Se
habló, entre otras cuestiones, sobre el papel de la mujer en la Iglesia
Con
la 16° Congregación General del Sínodo, han concluido las intervenciones de los
Padres sinodales sobre la tercera parte del Instrumentum Laboris dedicada al
tema "Elegir", en la que se habló sobre el papel de la mujer en la
Iglesia, la lucha contra la exclusión, y la necesidad de establecer una
"pastoral juvenil renovada y creíble".
Asegurar
la presencia de las mujeres en la Iglesia otrogándoles el espacio, el
protagonismo y el poder de decisión que les corresponde en igualdad de derechos
con los hombres, fue el tema central de la 16° Congregación General del Sínodo
que se celebra en el Vaticano.
"Es
urgente y necesario rechazar cualquier forma de exclusión o prejuicio; así como
acelerar los procesos de lucha contra la cultura machista y el clericalismo
para desarrollar el respeto por la mujer y el reconocimiento de sus carismas",
explican los Padres sinodales preguntándose sobre la posibilidad de realizar un
futuro Sínodo dedicado a este tema.
"La
inspiración sigue siendo María, modelo de humildad para la Iglesia: cercana a
la voluntad de Dios, alejada del Espíritu del mundo y de la carrera clerical o
laical", añaden.
Jóvenes, actores de la
vida y de la misión
En
este contexto, los prelados invitan a los educadores adultos a realizar un
examen de conciencia, es decir, a comprender si Jesús está en el centro de su
trabajo o si se limitan a "transmitir sólo preceptos, hoy llamados valores
con una pastoral de conservación".
De
hecho, hace falta concreción cuando se enfoca el mundo de los jóvenes desde
centros, como las escuelas y las universidades, donde en algunos países, tiene
lugar el primer contacto con la Iglesia.
«A
la juventud hay que explicarle la bondad de las castidad prematrimonial así
como el respeto por los valores de la honestidad y el bien común. La Iglesia no
sólo debe proponer una dirección, sino "ser en salida" y abrirse
espacio en el mundo creando ágoras y lugares de encuentro para que los jóvenes sean
actores de la vida y de la misión», subraya la Asamblea destacando que los ojos
del Sínodo ya se dirigen a la JMJ de Panamá con el deseo de que produzca tantos
frutos en el campo vocacional.
Dios es el "Gps"
de los jóvenes, guía sus pasos
También
se debe ayudar a los jóvenes a permanecer conectados con Dios, el
"Gps" de sus vidas. Pero frente a los desafíos del mundo
contemporáneo, los Padres sinodales exhortan a no negar los símbolos del
cristianismo, ni dejar que la religión católica sea ridiculizada y, sobre todo,
a luchar contra el flagelo de los abusos. De ello depende la credibilidad de la
Iglesia. Hay que vivir entre la gente: "tener el olor de los
jóvenes"; sin perder como referencia a Cristo "el único líder que
buscamos", digno de ser amado y seguido.
Curar las heridas en las
zonas de guerra
El
tema de la guerra también se abordó en esta Congregación General, especialmente
citando el conflicto de Ucrania que dura ya cinco años, así como el sufrimiento
de los jóvenes católicos de la República Centroafricana amenazados por la
violencia, el fundamentalismo y el sincretismo religioso:
"Factores
que causan heridas difíciles de curar", afirman los participantes en el
Aula, reflexionando asimismo, sobre el drama de la trata de seres humanos, una
"lacra social" contra la que hay que luchar y sobre la cual se
solicita que se trate con mayor profundidad en el documento final del Sínodo.
Iglesia vieja y a la vez
siempre joven
Otro
de los momentos destacados de esta jornada fue la intervención del delegado
fraterno, el metropolitano Hilarión de Volokolamsk, presidente del Departamento
de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, quien trajo un saludo
especial de Kirill, Patriarca de Moscú y de toda Rusia.
"La
Iglesia, vieja y siempre joven -dijo-, conserva la milenaria Tradición
Cristiana, una fuerza que transfigura y cambia el mundo que la rodea. La
participación de representantes de las Iglesias no católicas en el Sínodo se ha
convertido en una buena tradición que da testimonio del nivel cada vez más alto
de colaboración intercristiana en los temas más importantes de nuestro tiempo
que conciernen a todos los cristianos, independientemente de su
confesión".
Hilarión
subrayó el valor de la colaboración fraterna ortodoxo-católica frente a la
descristianización, el secularismo, la negación de los valores cristianos y la
persecución. "La misión común es enseñar a los jóvenes a distinguir entre
el bien y el mal, entre lo auténtico y lo falso, en una sociedad en la que la
libertad se percibe de manera errónea y la religión se rechaza en nombre del
relativismo".
Unidos por una pastoral
juvenil renovada
Por
último, los auditores que asistieron a esta 16ª Congregación pidieron al Sínodo
que la vocación no sea entendida sólo desde el punto de vista de la
consagración religiosa y del sacerdocio, sino también desde el punto de vista
de los laicos.
"Acertada
es la fórmula de trabajo formativo en equipo que valora la reciprocidad entre
hombres y mujeres e intervocacional, reflejando la diversidad de los carismas
en la comunidad eclesial: laicos, sacerdotes y religiosos juntos son una fuente
de creatividad para una pastoral juvenil renovada y creíble", concluyen.
Sofía
Lobos - Ciudad del Vaticano
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