Hasta lo imposible
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Durante
el tiempo de trabajo tenemos varios “momentos”: hay un tiempo de trabajo en
silencio, luego se reza un rosario y, al final de la mañana, escuchamos las
noticias de la radio y ponemos una charla.
La
charla que escuchamos el otro día me impresionó un montón. Decía el sacerdote
que los Evangelios nos cuentan “algo” de Jesús, ¡pero el Espíritu nos mueve a
conocer más partiendo de ese algo!
Por
ejemplo, el sacerdote comentó que Cristo tiene un corazón extraordinariamente
sensible y atento. Al instante pensé que iba a hablar de aquella vez que una
multitud estuvo escuchando a Jesús durante horas, y, por no mandarles a casa
sin comer, multiplicó los panes... ¡pero no!
El
sacerdote comenzó a hablar nada menos que de la Pasión, exactamente de las
palabras que Jesús pronunció en la cruz. En esos momentos, cada respiración era
un esfuerzo inmenso, por lo que cada palabra es de un valor incalculable. ¿Y
qué dijo entonces Jesús? ¿En qué estaba pensando?
Pues
estaba pensando... ¡en los demás! Vio al ladrón que necesitaba esperanza, y le
prometió el Reino. Vio la soledad de María, y le dio a Juan. Vio indefenso al
discípulo, y le entregó a su Madre. ¡En esos momentos de máximo dolor, hizo el
esfuerzo de coger aire para clamar: “¡Padre, perdónalos!”!
Si
en ese momento, en que todo le invitaba a mirarse a sí mismo, ¡ese momento en
que, humanamente, mirarse a sí mismo habría sido normal y comprensible!, si en
ese momento, crucificado, fue capaz de ver y cuidar incluso a los que le
odiaban... ¿cómo sería su atención y cariño a los demás en estado normal? Y,
sobre todo, ¿cómo no nos va a cuidar a nosotros ahora, que ha Resucitado?
Hoy
el reto del amor es que des gracias al Señor porque te ama hasta el extremo,
porque en todo momento vive pendiente de ti, de lo que necesitas. ¡Te ama
demasiado como para dejar de mirarte! Y hoy, pídele poder ver la necesidad de
alguien que está a tu lado. Sé las manos, la voz, la sonrisa de Cristo para
llevar su Amor a esa persona. ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma