Las relaciones con la
Iglesia han sufrido un mal comienzo, después de que el Gobierno olvidara enviar
una representación al último consistorio de cardenales
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Religión Confidencial |
Dentro
de la estrategia muy mediática del nuevo Gobierno, Moncloa está interesada en
que se produzca un encuentro entre el Papa Francisco y el presidente español
Pedro Sánchez, y que tenga lugar cuanto antes.
Según
ha sabido Religión Confidencial, la inmediatez con la que se entrevistaron el
presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, y el presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez, estaba relacionada con la estrategia de Moncloa de
iniciar el proceso de solicitud formal para concertar una entrevista en Roma
entre el Papa Francisco y Sánchez.
Moncloa
sabe que este trámite hay que realizarlo a través de la Nunciatura en Madrid y
de la Secretaría de Estado, pero quiso consultar también a la Conferencia
Episcopal, a través de su presidente. El encuentro es apoyado, entre otros, por
el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.
Fuentes
socialistas han confirmado a Religión Confidencial que el papel del alcalde de
Valladolid, Oscar Puente, está siendo clave en esta solicitud de la audiencia,
y también en las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia.
Fuentes
de la Conferencia Episcopal consideran que el riesgo de utilización electoral
de la foto de Sánchez con el Papa deberá ser tenido en cuenta, a la hora de
facilitar este encuentro.
Mal comienzo
La
solicitud del Gobierno se produce después de que sus relaciones con el Vaticano
no hayan empezado con buen pie, como se manifestó en el reciente consistorio de
cardenales.
Hasta
ahora, cuando entre los cardenales nombrados hay algún español, el Gobierno
solía enviar a Roma una representación oficial de la máxima altura.
Ocurrió
incluso durante los gobiernos de Zapatero en los que María Teresa Fernández de
la Vega se paseaba por Roma con cierta soltura. También en los de Rajoy, que
solía enviar a Soraya Sáenz de Santamaría o al ministro de turno.
Sin representación
oficial
En
el último consistorio, el gobierno de Pedro Sánchez, entonces volcado en el
caso del barco “Aquarius”, se olvidó de enviar al Vaticano una representación
oficial. Papel que cumplió el embajador de España ante la Santa Sede. Por
cierto, acompañado por dos consejeras del gobierno de Baleares.
Durante
la cena oficial celebrada en la Embajada con ese motivo, el embajador, perfecto
anfitrión, excusó al Gobierno.
Esta
situación hizo que los discursos, tanto del embajador como del cardenal Luis
Ladaria, fueran los más breves que se han oído en el palacio de la Plaza de
España.
Fuente:
ReligionConfidencial