¿En qué dirección nadamos?
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡Ayer
llegaron los peces! Israel ha estado preparando la pecera desde hace más de una
semana: limpiarla, limpiar las piedras, preparar agua, lograr el ph adecuado,
aclimatar las plantas y, después de lograrlo (con sus peripecias), dejar unos
días de reposo; ahora ya por fin llegaron los peces.
Nos
los trajeron a las 7.15 de la tarde y a las 7.30 teníamos Vísperas. Pensé que
estábamos a tiempo de soltarlos para verles nadar un poco, pero Israel dijo:
-No
podemos soltarlos, tienen que aclimatarse primero. Tienen que estar media hora
dentro de su bolsa en contacto con el clima de la pecera, luego abierta,
luego...
¡Cuántos
preparativos! Ver una simple pecera te permite tener una panorámica a la hora
de crear un mini ecosistema y, admirando esto, pude admirar los preparativos
que el Señor ha tenido para que tú y yo estemos aquí. ¿Qué no vales? ¿Qué no
encuentras tu sitio? Solo quiero decirte que no eres fruto casualidad, que el
Señor te ha soñado desde toda la eternidad y ha preparado todo para que tú, y
solo tu, estés donde estás y seas quien eres.
Cristo
llama a sus discípulos por su nombre, a ti también. Tu familia, tus compañeros,
las personas con las que te cruzas, han sido puestas para ti, para que puedas
nadar entre ellas. ¿Cuál es tu misión? ¿Qué tipo de pez eres? ¿El que hace
sonreír, el que acoge, el que tiene el don de conciliar?
Hoy
el reto del amor es que descubras tu misión en la pecera. No nades por nadar,
para con el Señor antes de empezar el día y pregúntale: ¿Cuál es mi misión para
hoy? Quizá sea hablar con una persona, llevar unos dulces que suavicen el
ambiente del trabajo, o dejar tus cosas y visitar a alguien... ¿En qué
dirección nadamos hoy?
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
