Atrapados
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
calor ha llegado tan repentinamente... ¡¡que no nos acabamos de creer que hemos
salido del invierno!!
Precisamente
el otro día, en el recreo, empezamos a comentar lo “inapropiado” de nuestro
vestuario:
-Pues
yo aún llevo las medias de invierno.
-¡Uf!
Yo sigo poniéndome tres jerseys...
-La
cuestión es que hoy hemos pasado de los 20º C, y casi me asfixio de la ropa que
llevo...
-¡Ya,
claro! Pero, con el frío que hacía hace tres días... ¡a ver quién se atreve a
quitarse ropa!
De
pronto me di cuenta de lo que ocurría: ¡¡seguimos con miedo al frío!! Aunque
las temperaturas ya sean del todo agradables, da la sensación de que el
invierno pudiera volver en cualquier momento.
Admito
que la peor de todas soy yo, que sigo con más capas que una cebolla y en
cualquier momento me van a encontrar derretida. Pero, ¡ay!, es que no reúno
valor por las mañanas para ponerme un jersey menos. Porque, ¿y si hoy no hace
calor?
Dando
vueltas a esto en la oración, descubrí... ¡¡que me he quedado atrapada en el
pasado, en el frío!! Por eso sigo agarrada a mis jerseys y a mis medias, sin
llegar a disfrutar de la primavera.
¡Y
cuántas veces puede ocurrirnos esto! Jesús es la verdadera Primavera, es
realmente la Vida que renace. Él actúa en nuestra historia, sanando nuestras
heridas, abrazando nuestro pasado... ¡cada mañana nos regala empezar de nuevo!
Pero,
ante esta oferta de Vida, también llama a nuestra puerta la tentación de
quedarnos en el pasado: los errores de ayer, lo que hiciste mal, lo que no
deberías haber dicho... y el único fruto de este camino es la tristeza.
El
Señor dice que “arrojará al fondo del mar todos nuestros pecados” (Mi 7, 19),
“ya no me acordaré más de sus crímenes y delitos” (Is 43, 25) ... porque, en
este día quiere hacer de ti “una criatura nueva” (2 Co 5, 17): “Yo hago nuevas
todas las cosas” (Ap 21, 15).
¿Crees
en el poder del perdón de Jesucristo? ¿Te quedarás anclado en el pasado... o
creerás que ha llegado la Primavera?
Hoy
el reto del amor es que comiences el día como una persona nueva porque...
¡Cristo te regala un día nuevo! Deja en Sus manos el ayer, acércate al
sacramento del Perdón si lo necesitas, y hoy deja que Cristo ponga tu contador
a cero para volver a disfrutar, volver a apostar por el amor. De repente,
¡volverá el calor a tu corazón! Cree en su amor, disfruta de la vida nueva que
Cristo te regala. ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma