¿Es realmente saludable
recomendación cuaresmal de la Iglesia?
Para
empezar, hablamos de dos términos diferentes, el ayuno y la abstinencia.
Los beneficios del ayuno
Recordemos
que el ayuno que recomienda la Iglesia es sólo el de realizar comidas frugales
en personas sanas mayores de 18 años y menores de 60 años y sólo esos dos días.
Sin
embargo hay fieles que optan con un ayuno radical que consiste en beber sólo
agua o como mucho un poco de pan y durante más días como forma de expresión de
su religiosidad. Esta práctica más radical tiene una tradición milenaria y está
presente en casi todas las religiones.
Moisés
y el mismo Jesús ayunaron durante 40 días, el Ramadán musulmán impide comer
nada de las horas de sol durante 30 días o Mahatma Gandhi practicaba el ayuno
de forma habitual, por poner algunos ejemplos.
Médicamente
se considera que ayunamos cuando ingerimos menos de 300 calorías al día y nos
alimentamos solo de líquidos. Cuando hacemos un ayuno prolongado o
intermitente, voluntario y controlado el cuerpo empieza a consumir las reservas
lo que puede ser una práctica muy saludable si se hace con sentido común y
prudencia.
En
la mayoría de las sociedades occidentales comemos más de lo que realmente
necesita nuestro cuerpo y esto produce no sólo obesidad, sino también una
sobrecarga de trabajo para nuestro organismo. Cuando nuestro cuerpo no trabaja
para hacer la digestión, el organismo se entrega a la “limpieza “y es bueno
porque:
- · Elimina toxinas.
- · Mejora el equilibrio corporal
- · Ayuda a bajar el colesterol
- · Ayuda al sistema inmunológico
Hay
estudios que demuestran puede ser bueno para el dolor crónico y las
enfermedades reumatológicas e inflamatorias.
Pero si
se acaban las reservas el cuerpo se desequilibra y empieza a afectar algunos
órganos como el hígado y los riñones. Es por esto que si optamos por un
ayuno radical durante muchos días debemos primero estar seguros que estamos
sanos y después escuchar a nuestro cuerpo y empezar a comer cuando empecemos a
sentir náuseas, dolor de cabeza o irritabilidad.
Los beneficios de la
abstinencia de carne
Recordemos
que la Iglesia recomienda sólo abstenerse de carne los viernes de Cuaresma, los
del resto del año puede ser sustituida por una obra de piedad o caridad, a
todos los mayores de 14 años.
El
año pasado la Organización Mundial de la Salud emitió un informe en el que
aconsejaba reducir el consumo de carne roja como medida de prevención del
cáncer colorrectal. Éste es el último de muchos informes y estudios que
demuestran que comer demasiada carne roja es perjudicial para el corazón y
puede ser causa de desarrollar algunos cánceres.
Sin
embargo, la carne aporta muchos nutrientes como las proteínas, los nutrientes
esenciales el hierro, las vitaminas A y B, el hierro, el zinc y ácidos grasos
esenciales. Por este motivo, si decidimos pasarnos al vegetarianismo y dejar de
consumir carne, debemos hacerlo de la mano de un buen nutricionista que nos
enseñe qué otros alimentos nos pueden dar estos nutrientes.
Además
hay que tener en cuenta que la eliminación total de la carne en nuestra dieta
puede producir acetosis y alterar nuestro hígado, aunque se ha demostrado
eficaz como forma de reducción rápida – y poco saludable – de peso.
El
hecho es que en las sociedades occidentales comemos demasiada carne, sobre todo
roja y procesada, que afecta de forma sustancial en la formación del colesterol
y reducirla en nuestros hábitos alimentarios favorecerá nuestro estado de salud
general. Por lo que eliminarla de nuestra dieta una vez a la semana y sustituir
sus proteínas las vegetales o procedentes del pescado, seguro que redunda en
nuestra salud.
MONICA COSTA
Fuente:
Aleteia
