No te maquilles el corazón
pero mostrate delante de Jesús como sos para que Él te pueda ayudar a progresar
en la vida
El
Papa Francisco rezó este mediodía la oración mariana del Ángelus en la Plaza de
Armas en Lima. Ante miles de personas presentes, entre los cuales había una
gran cantidad de jóvenes, hizo una importante reflexión:
A
continuación el texto completo de sus palabras:
Queridos
jóvenes:
Me
alegra poder reunirme con ustedes. Estos encuentros para mí son muy importantes
y más en este año en el cual nos preparamos para el Sínodo sobre los jóvenes.
Sus rostros, sus búsquedas, sus vidas, son importantes para la Iglesia y
debemos darle la importancia que se merecen y tener la valentía que tuvieron
muchos jóvenes de esta tierra que no se asustaron de amar y jugar su vida por
Jesús.
¡Queridos
amigos, cuántos ejemplos tienen ustedes! Pienso en San Martín de Porres. Nada
le impidió a ese joven cumplir sus sueños, nada le impidió gastar su vida por
los demás, nada le impidió amar y lo hizo porque había experimentado que el
Señor lo había amado primero. Así como era: mulato, y teniendo que enfrentar
muchas privaciones.
A
los ojos humanos, o de sus amigos, parecía que tenía todo para «perder» pero él
supo hacer algo que sería el secreto de su vida: confiar. Confiar en el Señor
que lo amaba, y ¿Saben por qué? Porque el Señor había confiado primero en él;
como confía en cada uno de ustedes y no se cansará nunca de confiar. A cada uno
de nosotros el Señor nos confía algo y la respuesta es confiar en Él. Cada uno
de ustedes piense ahora en su corazón, ¿Qué me confió el Señor? Cada uno
piense, ¿Qué tengo en mi corazón que me confió el Señor?.
Me
podrán decir: pero hay veces en que confiar se vuelve muy difícil. Los
entiendo. En esos momentos pueden venir pensamientos negativos, sentir que hay
muchas situaciones que se nos vienen encima y pareciera que nos vamos quedando
«fuera del mundial»; pareciera que nos van ganando.
Pero
no es así, aún en los momentos en que ya se nos viene la descalificación:
seguir confiando. Hay momentos donde pueden sentir que se quedan sin poder
realizar el deseo de sus vidas, de sus sueños. Todos pasamos por situaciones
así. En esos momentos donde parece que se apaga la fe no se olviden que Jesús
está a su lado. ¡No se den por vencidos, no pierdan la esperanza!
No
se olviden de los santos que desde el cielo nos acompañan; acudan a ellos,
recen y no se cansen de pedir su intercesión. Esos santos de ayer pero también
los de hoy: esta tierra tiene muchos, porque es tierra ‘ensantada’. Perú es una
tierra ensantada. Busquen la ayuda y el consejo de personas que ustedes saben
que son buenas para aconsejar porque sus rostros muestran alegría y paz.
Déjense acompañar por ellas y así andar en el camino de la vida. Pero hay algo
más. Jesús quiere verlos en movimiento: a vos te quiere ver llevar adelante tus
ideales y que te animes a seguir sus instrucciones.
Él
los llevará por el camino de las bienaventuranzas, un camino que no es nada
fácil pero es apasionante, es un camino que no se puede recorrer solo, hay que
recorrerlo en equipo, donde cada uno puede colaborar con lo mejor de sí. Jesús
cuenta contigo, como lo hizo hace mucho tiempo con Santa Rosa de Lima, Santo
Toribio, San Juan Macías, San Francisco Solano y tantos otros.
Y
hoy te pregunta a vos si, al igual que ellos, ¿Estás dispuesto, estás
dispuesta, a seguirlo? ¿Hoy, mañana, vas a estar dispuesto o dispuesta a
seguirlo? ¿Y dentro de una semana? No estés tan seguro, no estés tan segura.
Mirá, si querés estar dispuesto a seguirlo, pedile a Él que te prepare el
corazón para poder seguirlo, ¿Está claro?
Queridos
amigos, el Señor nos mira con esperanza. Nunca se desanima de nosotros. A veces
a nosotros nos pasa que nos desanimamos de un amigo una amiga y después vimos
que no era tanto, nos parecía bueno y después vimos que no era tanto, y lo
dejamos.
Padre,
pero si supiera las cosas que yo hago… yo digo una cosa pero hago otra, mi vida
no es del todo limpia, así todo Jesús no se desanima de vos y ahora hagamos un
poco de silencio, cada uno mire en su corazón como es su propia vida, lo mira
en el corazón. Y vas a encontrar que por momentos hay cosas buenas que por
momentos hay cosas que no son tan buenas y así todo, Jesús no se desanima de
vos, y desde tu corazón decile: Gracias Jesús. Gracias porque viniste para
acompañarme aún cuando estaba en las malas. Gracias Jesús. Se lo decimos todos.
Gracias Jesús, gracias Jesús, gracias Jesús.
Es
muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso solo sirve para las
fotos, no podemos hacerle ‘photoshop’ a los demás, a la realidad, ni a
nosotros.
Los
filtros de colores y la alta definición solo andan bien en los videos, pero
nunca podemos aplicárselo a los amigos. Hay fotos que son muy lindas, pero
están todas trucadas y déjenme decirles que el corazón no se puede
‘photoshopear’, porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la
felicidad y ahí mostrás lo que sos. ¿Cómo es tu corazón? Jesús no quiere que te
‘maquillen’ el corazón. Él te ama así como sos y tiene un sueño para realizar
con cada uno de ustedes.
No
se olviden: Él no se desanima de nosotros. Y si ustedes se desaniman los invito
a agarrar la Biblia y acordarse y leer ahí los amigos que Jesús eligió, que
Dios eligió: Moisés era tartamudo; Abraham, un anciano; Jeremías era muy joven;
Zaqueo, un petiso; los discípulos, cuando Jesús les decía que tenían que rezar,
se dormían; la Magdalena, una pecadora pública; Pablo, un perseguidor de
cristianos; y Pedro, lo negó. Después lo hizo Papa, pero lo negó… y así
podríamos seguir esta lista. Jesús te quiere como sos, así como quiso, como
eran a estos sus amigos, con sus defectos, con ganas de corregirse, pero así
como sos así te ama el Señor.
No
te maquilles el corazón pero mostrate delante de Jesús como sos para que Él te
pueda ayudar a progresar en la vida.
Cuando
Jesús nos mira, no piensa en lo perfecto sino en todo el amor que tenemos en el
corazón para brindar y para seguirlo a Él, para Él eso es lo importante, eso es
lo más grande ¿Cuánto amor tengo yo en mi corazón? Esas respuestas quiero que
la hagamos también a nuestra Madre, Madre Querida Virgen María, mirá el amor
que tengo en el corazón, es poco, es mucho, no sé si es amor, y tengan seguro
que ella los acompañará en todos los momentos de la vida, en todas las
encrucijadas de sus caminos, especialmente cuando tengan que tomar decisiones
importantes. ¡No se desanimen, no se desanimen! Vayan adelante, todos juntos,
la vida vale la pena vivirla con la frente alta. Que Dios los bendiga.
Estamos
en la Plaza Mayor de Lima, un lugar chiquito en una ciudad relativamente chica
del mundo. Pero el mundo es mucho más grande, y está lleno de ciudades y de
pueblos, y está lleno de problemas, y está lleno de guerras. Y hoy, me llegan
noticias muy preocupantes desde la República Democrática del Congo. Pensemos en
el Congo.
En
estos momentos, desde esta plaza y con todos estos jóvenes, pido a las
autoridades, a los responsables, y a todos, en ese amado país, que pongan su
máximo empeño y esfuerzo, a fin de evitar toda forma de violencia y buscar
soluciones en favor del bien común.
Todos
juntos, en silencio, rezamos por esta intención, por nuestros hermanos de la
República Democrática del Congo.
(Rezo
del Angelus)
Fuente:
ACI Prensa