Viudo, padre de un cura
y abuelo, fue ordenado sacerdote
Pocas
veces se había visto la imagen del hijo imponiendo las manos sobre el padre
durante su ordenación episcopal. Ocurrió en la prelatura de Dean Funes, en la
provincia de Córdoba, Argentina.
Hector
Luis Muiño y su esposa Nora habían llegado a la prelatura hace 30 años, como
familia misionera. Ya habían estado algunos años antes en la Quebrada de
Humauaca, otro rincón de la Argentina necesitado de familias misioneras. En ese
espíritu de entrega y misión permanente criaron a sus hijos Marcos, María
Laura, María Clara y María Cecilia. Marcos incluso abrazó la vocación
religiosa, y el año pasado fue ordenado sacerdote en la Compañía de Jesús.
Cuentan
que la familia realizaba misiones en parajes desolados, anunciando el Evangelio
y llevando una mano y el pan allí donde se necesitaba. En ese itinerario
misionero vivido como familia, Héctor fue ordenado Diácono Permanente, y sirvió
a la Iglesia durante un buen tiempo desde ese servicio. Tras el fallecimiento
de Nora, Héctor siguió viviendo con celo apostólico el desafío de la misión.
Los
desafíos de la familia misionera Muiño abrieron nuevos horizontes, y el sábado
pasado Héctor, ya abuelo de Francisco y Vera, fue ordenado sacerdote por su
obispo Gustavo Zubriggen, en la parroquia de San Francisco Solano, en San Francisco
del Chañar. El ahora presbítero Héctor había sido designado hace un año al
frente de la cura pastoral y administrativa de esta parroquia, que atiende a
unas 12 localidades rurales dispersas en 3000 kilómetros cuadrados.
Según
reseñó la agencia AICA, durante la ceremonia hubo emocionantes momentos,
como la evocación de su esposa Nora y la imposición de manos de parte del padre
Marcos, signo durante la ordenación del que participan los sacerdotes
asistentes a la ceremonia.
El
ahora padre Marcos continuará sirviendo desde la parroquia San Francisco
Solano, y desempeñándose en la diócesis como Ecónomo de la Prelatura, encargado
de las Misiones y de la Escuela para Diáconos Permanentes, y formador de los
misioneros ad gentes de la región Centro, informó AICA.
En
la Argentina hay antecedentes de viudos padres de familia ordenados sacerdotes,
y también incluso de padres de sacerdotes que tras el fallecimiento de su
esposa reciben ese grado del orden sagrado. El antecedente registrado de un
caso como este es el del padre Raúl Arturo Vera, también en Córdoba, ordenado
en 2008.
Esteban
Pittaro
Fuente:
Aleteia