La vida es un entrenamiento «y cada uno va poniendo en su interior los frutos de sus acciones». Ignacio «supo llenarse de valor y de solidaridad hacia las personas necesitadas»
«La
actuación de Ignacio Echeverría aquel día fue admirable, y demostró una
generosidad extraordinaria al correr sin protección alguna hacia unos asesinos
armados con cuchillos para intentar proteger a otras personas», ha afirmado el
embajador del Reino Unido en Madrid, Simon Manley
La
Policía de Londres ha concedido este lunes su máxima distinción a Ignacio
Echeverría, el español que fue asesinado el 3 de junio en el atentado yihadista
en el puente de Londres, en una ceremonia celebrada en el histórico edificio
del Guildhall. «Es totalmente justo que hoy se reconozca la valentía de
Ignacio Echeverría», dijo el secretario de Estado para Europa del Ministerio
británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan. «Su comportamiento altruista es
una inspiración para todos nosotros».
«Estamos
orgullosos de que escogiera vivir en Londres, y lo vamos a recordar como un
auténtico héroe», agregó Duncan. El embajador del Reino Unido en Madrid, Simon
Manley, se ha unido al reconocimiento del Gobierno británico. «La actuación de
Ignacio Echeverría aquel día fue admirable, y demostró una generosidad
extraordinaria al correr sin protección alguna hacia unos asesinos armadoscon
cuchillos para intentar proteger a otras personas», ha afirmado.
«Fueron
circunstancias excepcionales de las que salieron actos de valentía,
profesionalidad y bondad excepcionales. Estoy enormemente orgullosa de que los
cuerpos policiales londinenses puedan, juntos, reconocer algunos de estos actos
en esta ceremonia», ha indicado la jefa de la Policía Metropolitana, Cressida
Dick, sobre el atentado de junio.
No se improvisa
Echeverría
murió intentando salvar la vida de otra persona. Era sábado por la noche. 3 de
junio de 2017. Londres. Ignacio volvía de patinar cuando un tumulto en el
puente de Londres le hizo detener su camino. Un policía estaba siendo atacado
por un hombre. Sin pensárselo dos veces, agarró su monopatín y se lanzó contra
el agresor, que resultó ser parte de un comando yihadista. El español encontró
la muerte por la espalda, acuchillado por uno de los asaltantes.
Para
Daniel Sevillano, vicario parroquial de la Iglesia de San Miguel de Las Rozas,
la forma de morir de Ignacio «no es improvisada», explicaba a Alfa y Omega en los días posteriores al asesinato de
Echeverría. La vida es un entrenamiento «y cada uno va poniendo en su
interior los frutos de sus acciones». Ignacio, aseguraba entonces Sevillano,
«supo llenarse de valor y de solidaridad hacia las personas necesitadas».
La
vida de Ignacio, que era profundamente católico, «también es un testimonio muy
grande para los jóvenes», según el vicario parroquial de San Miguel. «En un
mundo en el que a veces nos parece que cada uno va a su bola, que es
individualista, Ignacio nos enseña a ver en el otro a un hermano, a preocuparnos
incluso por el que no conocemos». Y, desde el punto de vista de la fe, «es un
ejemplo de cómo la vida cristiana muchas veces se vive anónimamente en ámbitos
muy normales como puede ser un banco, en el trabajo, en la familia, con los
amigos, en la pista del monopatín, pero que aflora cuando uno tiene que dar un
paso adelante». Ignacio lo dio, sobre su monopatín, para enfrentarse contra el
terrorismo.
Fuente:
Alfa y Omega/Agencias