El
Papa ha afirmado, durante la audiencia general de este miércoles, que «nosotros
los cristianos vamos a Misa el domingo para encontrar al Señor resucitado, o
mejor dicho, para dejarnos encontrar por Él, escuchar su palabra, nutrirnos en
su mesa, y así hacernos Iglesia»
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| El Papa con un niño durante la audiencia general de este miércoles |
En la
mañana del 13 de diciembre el Papa Francisco presidió la tradicional Audiencia
General, retomando con sus catequesis sobre la Santa Misa, tras haber dedicado
la semana pasada su reflexión al viaje apostólico realizado en Asia.
La
celebración dominical de la Eucaristía, centro de la vida de la Iglesia desde
los primeros tiempos del cristianismo, fue el núcleo de la reflexión del Papa,
quien explicó el significado profundo de este día santo para los seguidores de
Jesucristo:
En la
catequesis de hoy, reflexionamos sobre la necesidad de ir a misa los domingos.
Muchos se preguntan cuál es el motivo de celebrar la Eucaristía los domingos.
Se podría responder que desde el inicio los discípulos han celebrado este día
porque en este día resucitó el Señor y recibimos el don del Espíritu Santo.
Como ellos, también nosotros vamos a Misa el domingo para encontrar al Señor
resucitado, o mejor dicho para dejarnos encontrar por Él, escuchar su Palabra y
alimentarnos del pan de vida, en comunión con toda la Iglesia.
« ¿Qué
domingo es para un cristiano, aquel en el que falta el encuentro con el Señor?»
Tras
observar que algunas sociedades secularizadas han perdido el sentido cristiano
del domingo iluminado por la Eucaristía, el Papa evidenció la necesidad de
recuperar el significado de la fiesta dominical, explicando el por qué:
La
celebración de la Eucaristía dominical da sentido a toda la semana y nos
recuerda también, con el descanso de nuestras ocupaciones, que no somos
esclavos sino hijos de un Padre que nos invita constantemente a poner la
esperanza en Él. Por desgracia, para muchos la Misa del domingo ha perdido
sentido, piensan que basta ser buenos y amarse. Esto es necesario, pero no es
posible sin la ayuda del Señor, sin obtener de Él la fuerza para conseguirlo.
El
Santo Padre también se refirió a las comunidades cristianas que no pueden
celebrar la Santa Misa cada domingo, y dio una anotación para ellas: “También
ellas, […] en este santo día están llamadas a recogerse en oración en el nombre
del Señor, escuchando la Palabra de Dios y teniendo vivo el deseo de la
Eucaristía”.
Nosotros
no vamos a misa para “dar algo a Dios” – corrigió el Pontífice – sino para
recibir de Él algo que nosotros de verdad necesitamos: En la Eucaristía
recibimos del Señor lo que más necesitamos, Él mismo se nos da como alimento y
nos anima a seguir caminando. La Misa es también prefiguración del banquete
eterno al que somos llamados; el domingo sin ocaso donde no habrá llanto, ni
luto, sino el gozo y la alegría de estar siempre juntos con Jesús.
«En
conclusión, ¿por qué ir a Misa el domingo?»
No es
suficiente, concluyó el Papa en italiano, responder “que es un precepto de la
Iglesia” – lo que ayuda a custodiar el valor. Nosotros los cristianos necesitamos participar
en la Misa del domingo porque sólo con la gracia de Jesús, con su presencia
viva en nosotros y entre nosotros podemos poner en práctica su mandamiento, y
ser así testigos creíbles suyos.
En la
conclusión de su catequesis en español, el Obispo de Roma volvió con su
pensamiento a las comunidades que no pueden celebrar la Misa cada domingo, y
exhortó a que pidamos a Jesús para que se haga presente en ellas, por medio de
la oración y la escucha de la Palabra, manteniendo siempre vivo el deseo de la
Eucaristía.
Griselda
Mutual - Ciudad del Vaticano
Fuente: Radio Vaticano
