Un amuleto o signo muy extendido en las culturas
orientales, y que muchos usan como talismán, sin saber lo que significa
Según evidencia arqueológica, los amuletos
fueron muy comunes en las antiguas culturas de las tierras bíblicas. Los
amuletos son colgantes u otra clase de objetos mágicos y/o encantados, usados
por la gente para protegerse a sí mismos de energías negativas, del mal y de
lesiones, y también para traer buena suerte.
Junto con otras clases de
talismanes, los amuletos están llegando a ser muy populares en nuestros días.
Uno de estos, que se usa en colgantes, brazaletes o tatuajes es “La mano de
Jamsa” (Árabe) o “La mano de Fátima”.
1. Historia de este símbolo
El uso del
jamsa, palabra que en árabe significa “cinco” está documentado desde antiguo.
Posiblemente haya sido incorporado en dichas culturas como una evocación del
motivo conocido de “la mano de Dios”, que se puede ver en la iconografía judía
a partir de 244 d. C. en los frescos de la Sinagoga de Dura Europos en Siria y,
desde 518-527 d. C., en los mosaicos que Marianos y Janina realizaron en la
Sinagoga de Beit Alfa en Galilea, Israel.
Como amuleto,
el jamsa fue incorporado por los cartagineses desde el 820 d. C. y en el norte
de África se lo asociaba como un atributo de la diosa Tanit, la diosa más
importante de la mitología cartaginesa, consorte de Baal y patrona de Cartago.
Su culto iba asociado con la Luna y la fertilidad.
Y
posteriormente como amuleto pasó a los bereberes y los magrebíes, significando
protección, autoridad, fuerza y poder. Así, las culturas judía y árabe
adoptaron el jamsa como motivo independiente. Existen, pues, afinidades entre el amuleto
islámico y “la mano de Dios” propia de las culturas occidentales.
2.
Simbolismo de la mano de Fátima
El jamsa es
un símbolo formado por una mano con cinco dedos, la cual tiene el dedo corazón
justo en el centro, pegados al dedo corazón están el dedo índice y el anular,
siendo estos un poco más cortos que el corazón, pero a su vez tienen el mismo
tamaño entre los dos. A los lados de este símbolo se encuentran dos dedos
pulgares, también del mismo tamaño entre ambos y que tienen una inclinación
hacia la parte exterior.
Respecto de
este símbolo, aunque no provenga del Islam y aunque en el Corán el uso de la superstición
esté prohibido, esta religión suele establecer una relación entre los cinco
dedos de la mano de Fátima y los cinco pilares del Islam. Los judíos hacen lo
propio con el Pentateuco, los cinco libros de la Torá. El
símbolo, sin embargo, no tiene relación alguna con el judaísmo o el islam.
Este símbolo
puede tener más de un significado y todo depende de si se sitúa la mano de
Fátima hacia arriba o hacia abajo: Hacia arriba, que es la posición original
indica fuerza, poder y bendición: También se usa contra el mal de ojo y también
para proteger a la persona que lo lleva, es por eso que mucha gente la llama
“la mano protectora de Fátima”.
Sin embargo
el significado de la mano de Fátima hacia abajo cambia completamente, ya que se
suele utilizar con “el ojo de Fátima”, más conocido como el “Ojo turco” o “el
ojo de Dios” , que suele ser azul, y suele atraer suerte, paciencia y amor, por
eso lo denominan también “La mano de la suerte”.
3.
Que significa el nombre de Fatima?
Proviene de
Fátima az-Zahra que en el idioma árabe quiere decir “La luminosa”. Nació en La
Meca el 27 de julio del año 604, hija de Mahoma el profeta fundador del Islam.
Se cuenta que su marido Alí, primo hermano del profeta, mientras que Fátima
preparaba la cena, este trajo a su casa una concubina. Fue tal el dolor en el
corazón que ella sufrió que no fue capaz de percibir su dolor físico, al
cortarse la mano y quemársela. Alí se dio cuenta de su error y se consagró
totalmente a Fátima.
Para las
jóvenes pertenecientes a esta corriente religiosa, aseguran que el tener algún
amuleto de este tipo les ayuda a tener paciencia, paz, fortuna y riqueza. Este
símbolo, suele usarse comúnmente además para alejar todas aquellas cosas
negativas que se pueden encontrar en tu entorno, ya que posee en su centro el
ojo de Dios, que te ayuda a despejar los caminos de todo mal y peligro por los
cuales vas a transitar.
4.
Utilización de la “mano de Fátima”
El judaísmo,
el islam y algunos cristianos de oriente conservan hasta hoy el motivo
folclórico de la mano conocido como jamsa, cuyo referente último probablemente
sea “la mano de Dios”. Se trata de lo que en el pasado
posiblemente haya sido empleado como un talismán, pero se ha vuelto hoy un
motivo de expresión de la fe monoteísta, apreciado por sefardíes y musulmanes
como un recordatorio de Dios y una expresión de deseo de recibir sus
bendiciones y protección.
En la cultura
popular, el jamsa es también un motivo decorativo, pero, en principio, no posee
el valor de un talismán o de medalla milagrosa. Con todo hay
quienes le confieren un valor fetiche comparable al que algunas personas le dan
a una herradura o una pata de conejo, suponiendo que les traerá buena suerte.
Pero más allá
de esto, el jamsa no tiene entre los grupos musulmanes o judíos un sentido
neopagano. Para ellos, el jamsa simplemente constituye una expresión de deseo
equivalente a Que Dios te vea y te bendiga/proteja. Iconográficamente, todas
esas expresiones tienen por referente último a “la mano de Dios”.
En la India,
que fue invadida por los musulmanes durante siglos, se lo llama “mano Humsa”,
una manera de pronunciar jamsa. En las sociedades contemporáneas, el jamsa
funciona como un recuerdo folclórico o suvenir de viaje que es generalmente
adquirido por turistas de diferentes credos monoteístas. Algunas organizaciones
que trabajan por la paz en Oriente Medio han adoptado el jamsa como símbolo
conciliatorio basado en las similitudes culturales existentes entre musulmanes
y judíos.
5.
El uso de la mano de Fátima como amuleto
Si sentimos
la necesidad de protección contra el mal y contra poderes demoníacos, Dios
tiene algo mucho mejor para ofrecer que amuletos, como encontramos en la Carta
a los Efesios 6, 11, 14-17: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que
podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Estad, pues, firmes,
ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y
calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el
escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y
tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de
Dios.” Confiar
en los amuletos es dejar de confiar en la providencia amorosa de Dios.
José Luis Vázquez Borau
Fuente: Aleteia