A vueltas con la campana
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Durante
este mes, me toca a mí tocar la campana para llamar a las monjas al desayuno.
No sé de quién ha sido tan "brillante" idea...
Sor
Puri, la más mayor de la comunidad, es la encargada de enseñarme. Me llevó al
segundo piso. En lo alto del techo hay una campana pequeña, de la que cuelga
una larguísima cuerda.
A
mí se me iluminaron los ojos. ¿Quién no recuerda alguna película en la que los
niños se cuelgan de la cuerda para tocar la campana?
-
Lo primero que hay que hacer -me iba explicando sor Puri- Es coger la cuerda y
apartarse lo más posible, por si se cae la campana.
Adiós
a mi película...
-
Y ahora tiras así...
-
¡¡Clin, clin, clin, clin...!!
La
campana sonó alegremente en manos de sor Puri.
-
¡Genial, déjame intentarlo!
Si
una persona de ochenta y tantos años hacía cantar la campana así, aquello no
podía ser tan difícil. Cogí decidida la cuerda y...
- ¡Clong, clin, clang,
clang, clong...!
No
se sabía si llamaba al desayuno o a fuego. Sor Puri se moría de la risa.
-
¡No tan rápido! -me animaba- ¡Con más fuerza! ¡No tanta, espera! ¡Vete al ritmo
de la campana!
No
hubo manera. Menos mal que el mes es muy largo, y día a día, gracias a las
indicaciones de sor Puri, el sonido va mejorando... ¡y ahí descubrí al Señor!
Sí,
porque a todos nos gustaría escuchar la voz del Señor clara y nítida en nuestra
vida. Sin embargo, muchas veces nos encontramos ante una decisión, y no sabemos
"a qué toca"...
Pero
Cristo es muy bueno, y nunca nos deja solos. Él siempre pone a nuestro lado a
personas con más experiencia, como sor Puri, para que nos ayuden a descubrir su
Voluntad en nuestra vida, para que nos enseñen "el arte de vivir al ritmo
de la campana", ¡al ritmo que marque el Señor!
Desde
el principio, el Señor ha querido valerse de las mediaciones humanas, nos ha
hecho el regalo de que podamos ayudarnos unos a otros en esta aventura de
seguirLe. Y así, en la persona que te ayuda, Cristo te habla, te enseña, ¡y
hasta te abraza!
Hoy
el reto del amor es dar gracias al Señor por esa persona que ha puesto en tu
camino para llevarte a Él. Ora por él o ella, que Cristo le guíe, le cuide...
¡y te de ojos nuevos para descubrirLe detrás de las palabras y gestos de esa
persona! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma