400 años de la muerte de
Santa Rosa de Lima
“La gloriosísima Santa Rosa de Lima, que
creció como lirio entre las espinas, se hizo amiga del Señor desde la infancia,
a tal punto que ya desde pequeña le consagró su virginidad y empezó a cultivar
las virtudes”, con estas palabras inicia el Mensaje del Papa Francisco con
motivo de la Celebración Eucarística de clausura por los 400 años de la muerte
de Santa Rosa de Lima.
La
misiva dirigida por el Santo Padre a su enviado extraordinario para esta
celebración, el Card. Raúl Eduardo Vela Chiriboga, Arzobispo emérito de Quito,
Ecuador, fue leída en la Misa de clausura del Jubileo Arquidiocesano
de Lima.
En
la carta, firmada el 27 de julio, el Papa Francisco señala que Santa Rosa de
Lima, “desde pequeña, inflamada por el ejemplo e intercesión de la Beatísima
Virgen María y de Santa Catalina de Siena, ofreció completamente
su vida a Dios, vistiendo el hábito de las Hermanas de la Tercera Orden
regular de los Predicadores, entregada a la penitencia y a la oración – precisa
el Papa – y ardiendo de pasión amorosa por ganar para la vida eterna en Cristo
a todos, pecadores e indígenas”.
Asimismo,
el Pontífice recuerda el amor de Santa Rosa por “toda la creación, como hija
espiritual de Santo Domingo, agrega, invitaba frecuentemente a animales,
flores, hierbas y a todo ser viviente a alabar al Creador”. Por ello, señala el
Santo Padre, fue declarada por el Papa Clemente X, Patrona celestial de ambas
Américas, de Filipinas y de las Indias occidentales.
En
este sentido, el Sucesor de Pedro, pidió al Purpurado, quien presidió los actos
solemnes en honor de Santa Rosa, que “demande con insistencia su patrocinio en
favor del ministerio Petrino”. Con toda confianza, subraya el Papa Francisco,
recurrimos a ti, Venerable Hermano Nuestro, que cumples sesenta años de
ministerio sacerdotal y llevas dignamente lo deberes de Obispo por
cuarentaicinco años, honrando con devoción a esta Patrona y amando sinceramente
al pueblo fiel, para que exhortes “al pueblo congregado a una ferviente
devoción a Santa Rosa de Lima, para que ella obtenga de Dios muchísimos favores
en bien de toda la Arquidiócesis de Lima como también de los demás hombres, ya
en las regiones del Perú, ya en toda la tierra”.
Antes
de concluir su Mensaje, el Papa Francisco impartió una “afectuosa Bendición
apostólica desde lo más profundo del corazón. En primer lugar, a ti, Venerable
Hermano Nuestro, que estás celebrando hoy con regocijo la feliz memoria de tu
sexagésimo aniversario de ordenación presbiteral; después, a los amados
Pastores e hijos e hijas allí congregados y a todos los participantes de este
acontecimiento dichoso”.
Recordamos
que, Santa Rosa de Lima fue canonizada en 1671 por el Papa Clemente X, ha sido
la primera santa de América, declarada Patrona del Perú, del Nuevo Mundo y de
las Filipinas.
Renato
Martínez
Radio Vaticano