No te pongas tan serio
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estábamos
paseando por la huerta con Jubi cuando, de repente, vimos que se detenía frente
a una puerta y empezaba a ladrar sin parar.
Era
un ladrido de alarma, como si alguien estuviese al otro lado. Abrimos la puerta
y nada, no había nadie... La cerramos, y de nuevo empezó a ladrar. Ahí nos
dimos cuenta que era ella la que se reflejaba en el cristal y que se ladraba...
¡a ella misma!
Cuántas
veces nosotros ladramos por dentro porque nos dicen o no nos dicen, porque nos
miran o no nos miran, porque no nos tienen en cuenta... ladramos porque
enseguida nos sentimos lastimados y ofendidos, y es un reflejo que no es la
realidad pues, al otro lado de la puerta, no hay nadie; sólo un reflejo de
nuestros miedos e inseguridades.
El
problema (como le pasó a Jubi), es que nos tomamos muy en serio. A veces vemos
todo como una amenaza, y nos falta ese sentido del humor que hace que nos
riamos de nosotros mismos.
Mira
tu reflejo, mira tus meteduras de pata, tus miedos, pero... ¡con una sonrisa!
Con sentido del humor: convierte tus "ladridos" en risa. Trata de
reírte de ti mismo y verás que muchos signos de tristeza y culpabilidad de tu
interior se desvanecen al verte humano.
Cuando
te ríes de ti mismo, todo ocupa su lugar: te das menos importancia, dejas que
Cristo ocupe su lugar en tu vida, y dejas que Él llegue donde tú no llegas. Lo
único importante será vivir confiando como un niño: cada día camina con sus
traspiés, pero siempre tiene cerca los brazos de sus padres para levantarle.
Deja que ese reflejo de ti que te asusta se desvanezca con la alegría de
saberte plenamente amado.
Hoy
el reto del amor es que trates de verte de una manera menos seria y sonrías por
dentro y por fuera. Sonríele a las personas que hoy encuentres en tu camino.
Riéndote de ti mismo, descubrirás que tus propios asuntos no son los más
importantes y te abrirá el corazón a descubrir a los demás.
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma