Decoración viva
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando
llega la primavera, una hermana de comunidad me ayuda a esquejar los geranios
que han pasado el invierno en una habitación-trastero (sin demasiado calor,
porque en estas latitudes no hay habitación o lugar caliente, a no ser que se
ponga una estufa o algo parecido). Allí invernan silenciosos y, cuando llegan
las temperaturas más suaves, están deseando salir de su escondrijo y lucir, en
una maceta, su follaje verde y subir la savia dando sus flores multicolores
para alabar al Señor y recrearnos a las monjas.
Estas
plantas las ponemos en las cuatro ventanas de la sala de trabajo, y me da mucha
alegría verlas crecer y alegrar a las hermanas con ellas, porque, en verdad,
son bellas.
Pero,
este año, una o dos parejas de tórtolas se me han posado en los tiestos,
picando la tierra y también los tallos más tiernos.
El
resultado es que se han ido secando, uno a uno, todos los geranios. Las tórtolas
partían las flores y la planta, que y se iban secando y quedando sin hojas y
sin flores.
Como
comprenderás, al principio las espantaba y les soltaba una buena regañina. Pero
vi que esto no les afectaba, porque volvían de continuo. Se estaban riendo de
mí con su instinto de volver a sitio tan agradable.
Así
las cosas, me paré y le pregunté al Señor: "¿Qué puedo hacer con esto que
me contraría tanto?"
Y
la respuesta es siempre la misma: "Con lo inevitable, no pelees; acéptalo
con paz. Mira que la naturaleza también tiene sus leyes, que yo he puesto
sabiamente... Por todo lo que yo permito, dame gracias y sonríe cada vez que
veas a las tórtolas posarse en tu plantel preferido".
Reconozco
que me ha costado casi todo el verano hacer el proceso y ver las cosas como el
Señor quería que las viera... y aceptarlas. Pero hoy, ya a las puertas del
otoño, doy gracias a Dios por todo. He aprendido a admirarme de la belleza de
estas aves, ¡que puedo observar a través de la ventana a menos de un metro!
Este año ellas han sido la decoración viva de la sala, ¡la que ha puesto el
Señor!
Hoy
el reto del amor es que, lo que no puedes cambiar, lo aceptes. Pon amor donde
no hay amor, y sacarás amor, aunque a veces la espera sea a la larga. En cada
acontecimiento hay un regalo del Señor, ¡no te canses de buscarlo!
VIVE
DE CRISTO
Pd:
Para al año que viene, Dios dirá lo que quiere que haga con mis geranios y todo
este asunto... De momento, estoy contenta con la voluntad de Dios y me río un
poco de toda esta historia que te comparto con mucho cariño.
Fuente: Dominicas de Lerma