OMELLA EN LA MISA POR LA PAZ: «LA UNIÓN NOS HACE FUERTES, LA DIVISIÓN NOS CORROE Y NOS DESTRUYE»

El cardenal arzobispo ha anunciado que el Papa le envió un nuevo mensaje en su móvil: «Estoy cerca de ustedes en estos duros momentos», rezaba el mensaje, que concluía con un «rezo por ustedes y ustedes recen por mí»

Puntual y arropada por las máximas autoridades a las 10:00 horas ha empezado la Misa por la paz y la concordia, oficiada en la basílica de la Sagrada Familia por el arzobispo y cardenal de Barcelona, Juan José Omella, en memoria de las víctimas del atentado del pasado jueves en las Ramblas. 

Sus majestades los Reyes y las máximas autoridades han asistido a la ceremonia. Durante su homilía, Omella, ha hecho un llamamiento a la paz y a la unidad para vencer al terror. 

«La unión nos hace fuertes, la paz nos corroe y destruye», ha dicho Omella, que ha instado a «estar unidos con un objetivo común «la fraternidad, el respeto y el amor solidario», ha asegurado.

«Es hermoso ver que autoridades, Estado, autonomías y personas de diferentes confesiones y condiciones sociales estamos unidos por un objetivo común, conseguir la paz, respeto, fraternidad y amor solidario», ha dicho el cardenal, ante una nutrida plana de autoridades, encabezada por los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la alcaldesa Ada Colau, varios ministros y consejeros, así como las alcaldesa de Madrid. También han asistido el presidente y primer ministro de Portugal.

Nota de optimismo

El cardenal Omella ha agradecido la proximidad del Papa Francisco durante estos momentos de dolor para Cataluña. El arzobispo ha invitado a construir una sociedad en paz y en libertad porque «la paz es el mejor alimento de nuestras vidas y para conseguirla no debemos escatimar esfuerzos». «Que el señor nos conceda a todos ser artesanos de la paz», ha precisado.

En este sentido, ha recordado el mensaje enviado estos días por el Santo Padre, en el que expresaba «su más profundo pesar por las personas que han perdido la vida en una acción tan inhumana». «Es un pecado gravísimo atentar contra la vida de la gente, personas inocentes y niños», dijo su Santidad. El cardenal arzobispo ha anunciado que ayer le Papa le envió un nuevo mensaje en su móvil en el que le reiteraba su apoyo en estos difíciles momentos. «Estoy cerca de ustedes en estos duros momentos», rezaba el mensaje, que concluía con un «rezo por ustedes y ustedes recen por mí».

Ante una basílica repleta de autoridades, y fieles de varias confesiones, también musulmanes, el cardenal arzobispo ha recordado que «estamos en este lugar sagrado para orar por los pecados del mundo» y ha pedido a Dios que «cambie los corazones de piedra por un corazón de carne».

El cardenal arzobispo ha concluido su plegaria con una nota de optimismo. «Todavía queda mucha reserva de humanidad en nuestra tierra», ha dicho.

La ceremonia, que se ha oficiado en catalán y en castellano, en memoria de las víctimas y heridos del atentado ha arrancado con un cántico inaugural interpretado por el coro de Cámara Francesc Valls y unas palabras del obispo auxiliar de Barcelona , Salvador Taltavull, que ha dedicado unas palabras en recuerdo de las víctimas.

Taltavull ha instado a que todo el dolor que ha dejado estos días el atentado en Cataluña «deje paso a un nuevo estilo de convivencia que respete los derechos humanos y vele por por la dignidad, superando la exclusión».

Ha destacado también las numerosas muestras de solidaridad y humanidad vividas durante estos días, en los que, según dijo, «hemos tenido la ocasión de acercarnos a algunas familias afectadas», que nos han agradecido la cercanía.

Durante la ceremonia ha podido verse a los Reyes seguir con atención los cánticos litúrgicos, acompañados por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. En las primeras filas frente al altar se encontraban numerosas autoridades. La ceremonia se cerró con el canto del «Virolai» -canción tradicional catalana- y el aplauso de todos los presentes.

Esther Armora.

Fuente: ABC/Barcelona