Ventaja de los límites
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En
el coro usamos varios libros con partituras de himnos; otros, con antífonas;
también está el de los salmos... Suena un poco caótico, ¿verdad? Pues lo es.
Por menos de nada te llevas el libro que no toca, o te dejas uno necesario en
la estantería.
Cuando
entonaron el himno el otro día, el Novi al completo nos bloqueamos. Resulta que
era un himno que sólo está en un cuadernillo que se usa en Febrero... ¿Quién se
iba a acordar de él?
Dispuesta
a solucionar para siempre el asunto, decidí hacer unas fotocopias del himno
para tenerlo más a mano.
Pero
de pronto me surgió una idea:
"La letra está hecha a mano... ¿y si la paso a ordenador?"
La
motivación fue instantánea:
"¡Anda! También puedo pasar a limpio la música del Amén..."
Un
segundo después:
"¡Oye! ¿Y por qué no paso a ordenador todo, letra y partitura?"
En
ésas estaba cuando el Señor me iluminó invitándome a mirar el calendario. Lo
cierto es que el horario del día estaba más que apretado.
La
escasez de tiempo me pareció al principio algo terrible. Pero justo entonces el
Señor me hizo ver que en realidad era una oportunidad: ¡me estaba invitando a
dar prioridad!
Muchas
veces nos gustaría hacer cosas grandiosas, y parece que los límites nos cortan
las alas. Sin embargo, ayer descubrí que, con Cristo, los límites se
transforman. Ante una barrera, Cristo siempre te preguntará: "¿Qué es lo
realmente importante?". Aquello fue una nueva forma de entender el dicho
'Cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana'...
Hoy
el reto del amor es ver las oportunidades que Cristo te pone a lo largo del
día. Te invito a que hoy no te quedes en lo que no puedes hacer, lo que no te
puedes permitir... Siéntate con el Señor y plantéate qué es lo realmente
importante: ¿hacer feliz a esa persona a la que quieres? Para ello no
necesitarás mucho tiempo o hacer grandes gastos... Hoy regálale una palabra
amable: ora y exprésale admiración por una cualidad que te guste de su persona.
¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma