Tomates a la fuga
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
me acerqué al huerto y vi que estaba repleto de tomates. No encontraba ninguna
cesta o cubo donde dejarlos, así que fui llenando los bolsillos de la bata.
¡Era increíble! ¡Cabían muchísimos! Y aunque los tomates eran bastante
grandes... apenas pesaban. ¡Menuda cosecha iba a llevar conmigo!
Una
vez recorrí la huerta, volví hacia atrás para ir al Noviciado y... oh, oh...
¡había una hilera de tomates en el suelo por todos los sitios por donde había
pasado! ¿Cómo era posible? Miré hacia el bolsillo y comprobé asombrada que,
cuando los metía dentro, se escapaban por un agujero enorme que se me había
hecho en el lateral. No pude más que reírme ante tan pintoresca situación.
Al
vivir del Señor, muchas veces nos centramos en la "cosecha" que vamos
a llevarle con nuestras buenas obras. Vamos metiendo en los bolsillos las
actividades que organizamos, los planes, nuestras "espléndidas"
acciones... Pero cuántas veces nos vacía los bolsillos con una enfermedad, con
una situación de debilidad... para que entendamos que no, que eso no espera de
nosotros, que de la cosecha ya se encarga Él, que nuestra tarea es más sencilla
y de dos únicas letras: SÍ.
Hoy
la Iglesia nos invita a mirar a María, una joven que giró la Historia con su
SÍ. No destaca por sus obras, ¡por sus tomates recogidos!, de hecho, nunca miró
hacia sus bolsillos, miró a su corazón y ahí se encontró con el Señor y secundó
lo que Él iba marcando. Fue una mujer de SÍ, una mujer que vivió mirando a
Cristo, y hoy celebramos su Asunción al Cielo.
El
Cielo, ¿cuántos tomates te faltan para alcanzarlo? Tranquilo, deja que caigan y
que el Señor te susurre al corazón por dónde tiene que ir tu SÍ, tu respuesta
de amor.
Hoy
el reto del amor es que, como María, secundes aquello que el Señor ponga en tu
corazón con tu "Sí". Deja que Él tenga la iniciativa y te ponga
delante la llamada que tendrás que coger, el cambio de planes de última hora,
tu sonrisa o escucha hacia esa persona... Como María, queremos vivir desde el
SÍ, dejarnos llevar por Cristo desde el Amor. Feliz día de la Asunción, que
vivamos mirando al cielo con los bolsillos vacíos pero el corazón lleno de Él.
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma