Que «el evento
suscite un compromiso cada vez más generoso, favoreciendo la cultura de
la acogida y de la solidaridad y promoviendo la paz y la fraternidad entre los
pueblos»
El Papa
Francisco hizo llegar su aliento, aprecio y participación espiritual al
encuentro internacional culminado con la «Carta de Leuca», firmada en la
Basílica - Santuario de Santa María de Finibus Terrae, que lleva la fecha del
14 de agosto de 2017.
Con
el anhelo de que «el evento suscite un compromiso cada vez más generoso,
favoreciendo la cultura de la acogida y de la solidaridad y promoviendo
la paz y la fraternidad entre los pueblos», el Santo Padre dirigió un Mensaje a
Mons. Vito Angiuli, Obispo de Ugento, Santa María de Leuca, en la región
italiana de Pulla.
El
Papa alienta «a la comunidad cristiana de este territorio, a los jóvenes
provenientes de los países que se asoman al Mediterráneo – de allí precisamente
el nombre del encuentro «Mediterráneo: puerto de fraternidad» - , así
como a todas las personas de buena voluntad, a considerar la presencia de
tantos hermanos y hermanas migrantes como una oportunidad de crecimiento
humano, de encuentro y de diálogo, así como una ocasión para anunciar y
testimoniar el Evangelio de la caridad».
Dirigiéndose
a los poderosos de la Tierra y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad,
la «Carta de Leuca 2017» pide entre otros puntos:
-
la creación de corredores humanitarios nuevos y más amplios, que brinden
sostén, acogida e inclusión social y
-
que se ponga fin de forma clara al comercio de armas y que se
invierta, más bien en arados, para el desarrollo humano integral y el derecho a
permanecer en paz en las comunidades propias.
«Declaramos
que la fraternidad es fruto de la misericordia», afirma también el documento y
añade: «deponemos toda lógica de oportunismo y de reivindicación para hacer
nuestra la lógica de perdonar y de levantar. Reconocemos que perdonar es la
declinación exacta del verbo amar y que sólo el amor auténtico, vivido
concretamente, es criterio de desarrollo de un humanismo integral,
universalmente reconocido y compartido».
250
jóvenes, de 31 países, de diversas culturas y religiones, compartieron cuatro
días de reflexiones dedicados a la fraternidad y a la cooperación. Con la
participación entre otros de la Conferencia Episcopal Italiana, de Pax
Christi, y de Caritas italiana.
Un
año más, la peregrinación a pie en la noche del 13 al 14 de agosto, comenzó
ante la tumba de Don Tonino Bello, que fuera Obispo de la diócesis
italiana de Molfetta, cuyo proceso de beatificación comenzó en 2007. La
peregrinación terminó en la basílica mariana de Leuca.
«Hacerse
últimos significa, sobre todo, conocer los mecanismos perversos que generan
sufrimiento». Ésta y otras frases célebres de Don Tonino inspiraron el
encuentro y el manifiesto de Leuca 2017.
CdM
Radio Vaticano