EL PRESIDENTE DE CÁRITAS ADVIERTE DE QUE LA RED DE PROTECCIÓN ESTATAL NO ALCANZA A LOS MÁS VULNERABLES

Manuel Bretón afirma que Cáritas no está «para sustituir al Estado», sino para complementar desde el terreno su lucha contra la pobreza

«Las entidades sociales, como la nuestra, no estamos para sustituir al Estado, sino para complementar su cometido y mejorar la lucha contra la pobreza a través de las capacidades que nos son propias, como la presencia en el terreno, el conocimiento de la realidad o la cercanía a las personas», ha dicho el nuevo presidente de Cártias, Manuel Bretón, en una entrevista a Europa Press. 

El militar (Bretón es teniente general en la reserva) recurre a los datos del informe “Análisis y Perspectivas 2017” de la Fundación FOESSA, que revelan que un 58% de familias confían más en las ONG que en los Servicios Sociales ante problemas graves, para poner en evidencia que la red pública de garantía de derechos sociales básicos del Estado «no da respuesta adecuada a las necesidades de las personas en peor situación».

Este informe, presentado el pasado mes de junio y elaborado a partir de 1.300 encuestas, constataba un «empobrecimiento de la pobreza» en España y revelaba que el 70 % de los hogares españoles no ha percibido los efectos de la recuperación económica.

Los casos más urgentes que atendió Cáritas en 2016 se produjeron en hogares con menores, familias monoparentales -sobre todo si el cabeza de familia es una mujer- y familias numerosas, las cuales -asegura Bretón a Europa Press, se encuentran en una situación «especialmente grave». Las necesidades tenían que ver en su mayoría con el acceso a derechos básicos, como vivienda, alimentación y salud.

Durante el último año, Cáritas Española invirtió más de 328 millones de euros en acciones de lucha contra la pobreza, tanto en España como en los países del Sur. De esos recursos, el 72,4 % procedían de donaciones privadas, y el 27,6 % restante, de subvenciones públicas.

En cuanto a los fondos recaudados en 2016, Cáritas Española recibió 27,6 millones de euros de la casilla de Fines Sociales del IRPF, que se destinaron a 33 programas sociales repartidos por todo el país y del que se beneficiaron 424.814 personas en situación de dificultad social.

Además, aunque Cáritas es parte integral de la Iglesia y recibe el apoyo financiero de las diócesis y las parroquias, los obispos destinan cada año una partida económica especial para apoyar los programas de emergencia social, que en los últimos 10 años ha ascendido a 40 millones de euros.

Bretón, que fue nombrado presidente de Cáritas el pasado mes de febrero, reconoce que tiene por delante «grandes retos que afrontar» pero asegura sentirse «cómodo, muy apoyado e ilusionado» por lo que pueda aportar a esta organización.

Uno de esos objetivos -asegura- es lograr que deje de aceptarse la pobreza como «algo natural» o inevitable, para lo cual Manuel Bretón hace un llamamiento a la colaboración de todos para revertir esta situación.

Fuente: Europa Press / Alfa y Omega