Rusia ya había ordenado la disolución de una rama de los testigos de
Jehová en 2004
El
Tribunal Supremo de Rusia ha confirmado el pasado 17 de julio la prohibición de
los testigos de Jehová, en contra de la apelación que había presentado la
organización, que en el país es considerada una secta extremista. “La Corte
Suprema rusa ha decidido rechazar el recurso de la organización contra su
prohibición”, dictaminó la decisión del alto tribunal citada por la agencia
pública RIA-Novosti.
Según
informa el diario español El País, a finales de abril los testigos de Jehová habían
sido vetados en Rusia por el Tribunal Supremo, tras una demanda del
Ministerio de Justicia que había observado en este movimiento milenarista “signos
de actividad extremista”.
Esta decisión judicial abrió la vía a la liquidación
de 395 comunidades locales de testigos de Jehová en el territorio ruso, donde
la organización asegura contar con unos 175.000 miembros, y la confiscación de
sus bienes.
“Aunque
nos esperábamos una decisión negativa, todo esto ha sido muy decepcionante”.
Con estas palabras ha reaccionado el portavoz internacional de los testigos de
Jehová, David A. Semonian, a través de un comunicado enviado a France Presse. “Sólo
podemos esperar que prevalezca una valoración justa de los hechos y que nuestro
derecho de practicar en Rusia sea legalmente restablecido”, ha añadido
Semonian. El portavoz del grupo en Rusia, Yaroslav Sivulsky, ha dicho que “la
libertad religiosa en Rusia ha terminado”.
Apelarán a instancias
europeas
“Esto
no es todavía el final”, ha asegurado por su parte el abogado de los testigos
de Jehová, Viktor Jenkov, citado por la agencia Interfax. “Vamos a apelar esta
decisión ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos”, ha subrayado.
Los testigos de Jehová, una organización fundada
en 1873 en Estados Unidos por Charles T. Russell, se declaran cristianos. Pero
a los ojos de la poderosa Iglesia ortodoxa rusa se trata de una secta peligrosa,
en particular debido a la prohibición de las transfusiones de sangre seguida
por sus miembros.
Rusia
ya había ordenado la disolución de una rama de los testigos de Jehová en 2004.
Esta decisión fue considerada “injustificada” por el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, que condenó al país a pagar 70.000 euros en concepto de daños
e intereses en 2010 en relación con este caso. Durante el régimen de Stalin,
fueron prohibidos, y miles de sus miembros, deportados a Siberia.
Totalitarismo… y la
cuestión de la sangre
Tal
como recuerda RT, los testigos de Jehová se han visto en el epicentro de
escándalos en reiteradas ocasiones, sobre todo debido a su negativa a las
transfusiones de sangre incluso en situaciones en las que estaba en peligro la
vida de quien la requería. Hace algunos años en San Petersburgo un bebé murió
después de que su madre prohibiera a los médicos que le hicieran una
transfusión de sangre alegando sus creencias religiosas.
Antiguos
testigos de Jehová que han logrado salir de la organización admiten que en su
seno rigen reglas muy estrictas y no dudan en calificarla de secta totalitaria.
Sin embargo, los testigos de Jehová trataron de impugnar la prohibición de sus
actividades en Rusia al presentar un recurso en contra.
Durante
el primer juicio se supo que el Ministerio, en particular, culpó a los testigos
de Jehová del rechazo de aceptar transfusiones de sangre por parte de sus
fieles. El Ministerio de Justicia asegura que las actividades de esta
organización amenazan los derechos e intereses de la sociedad y la seguridad
pública.
En
el proceso varios ex adeptos de esta congregación confesaron que los testigos
de Jehová controlan de manera estricta a los miembros de su comunidad. Además,
la situación de las mujeres dentro de las comunidades de la secta contradice la
norma legal de igualdad de género.
Los
abogados de los testigos de Jehová, por su parte, refutaron todas las
declaraciones del Ministerio de Justicia e indican que se rigen en sus
actividades estrictamente por la Biblia.
Fuente;
InfoCatólica