Objetivo único
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
tuvimos capítulo (el capítulo es la reunión de las monjas solemnes), y resultó
que se habían dejado abierta la ventana y, por tanto, las moscas habían
entrado.
Me
impresionaron un montón las diferentes formas de reaccionar ante las moscas
(daba para mucho, pues conté que había como unas doce).
Después
de observar un rato, me di cuenta de que este animalito tan pequeño sólo puede
hacer dos cosas: o distraerte, o hacerte cosquillas.
Sí,
una mosca no te hace nada más. Pero las reacciones eran de todo tipo, desde
impacientarse, hasta intentar acabar con ellas, pasando por ligeros movimientos
para quitárselas de encima... Pero hubo una hermana que se quedó quieta y dejó
que más moscas andasen por su zapato. Esta hermana no se impacientó, las dejó y
convivieron pacíficamente.
Cuando
salí del capítulo, me di cuenta de que así es como actúa muchas veces el mal en
nuestras vidas. Sólo tiene una intención: distraerte del amor de Dios
manifestado en Cristo.
El
mal tiene un único objetivo: hacerte dudar del amor de Dios, que desconfíes de
que Cristo te ama y cuida de ti en cada segundo de tu vida.
Si
consigue que entres al juego, tú solito tirarás la toalla. Pero, si confías,
descubrirás todo el amor de Cristo en tu vida, te irás dando cuenta de cómo en
Cristo está todo vencido: su muerte y Resurrección han destruido el mal. Si
vives de Cristo, te darás cuenta de que lo único que te puede hacer el mal
es... cosquillas.
El
reto del amor de hoy es hacer un acto de fe en Dios, no dejar que la duda y la
desconfianza entren en tu corazón. Que las moscas no te distraigan de lo que es
esencial en tu vida: DIOS TE AMA Y QUIERE QUE SEAS FELIZ. Cada vez que veas a
este animalito tan pequeño, no te impacientes, sino dale gracias por recordarte
hoy que Dios te ama.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma