Para los padres de Charlie
se ha perdido demasiado tiempo en las aulas del tribunal
“El Papa
Francisco está rezando por Charlie y por sus padres y se siente
particularmente cerca de ellos en este momento de inmenso sufrimiento”: es
la declaración del Director de la Oficina de Prensa de la
Santa Sede Greg Burke después de la noticia de que los
padres de Charlie han renunciado al pedido de llevarlo a los Estados Unidos
para someterlo a terapias experimentales. “El Santo Padre pide que nos unamos
en oración para que puedan encontrar el consuelo y el amor de Dios”, agregó
Burke.
El
fin de la batalla legal fue anunciada por el padre y la madre de pequeño de 11
meses, afectado por una rara enfermedad genética, en la tarde del 24 de julio
durante la audiencia en la Alta Corte de Londres.
“Los
últimos 11, casi 12 meses fueron los mejores, los peores y los más difíciles de
nuestra vida, pero Charlie es Charlie y nosotros no hubiéramos querido
cambiarlo. Todos nuestros esfuerzos han sido por él”: comienzan diciendo en
el comunicado Chris
Gard y Connie Yates el día en el que han decidido
deponer las armas e interrumpir la batalla en el tribunal para asegurar al
pequeño el acceso a una terapia experimental. Es una decisión “devastadora”
después de que la resonancia magnética y los últimos exámenes realizados a
Charlie han demostrado “que debemos dejar que nuestro hijo vaya con los
ángeles”.
Para
los padres de Charlie se ha perdido demasiado tiempo en las aulas del tribunal.
El deterioro “de los músculos ha resultado irreversible”, evidencian. “El
equipo americano y el italiano querían tratar a Charlie después de haber visto
la última resonancia magnética y el electroencefalograma. El niño no tenía
muerte cerebral”. Y aun ahora responde a nuestros estímulos, dicen los padres,
explicando que es el daño muscular que está demasiado avanzado. La razón por la
cual los músculos de Charlie se han deteriorado tanto es el tiempo. Charlie
habría podido vivir una vida normal – afirma la mamá, Connie Yates – si se
hubiera consentido a la familia someterlo antes a la terapia experimental”.
“Pasaremos
estos últimos días cerca de Charlie que, lamentablemente, no podrá cumplir su
primer año de vida, que habría acaecido dentro de dos semanas. Estamos
profundamente apenados por no haber logrado salvarte, pero te amamos muchísimo
y continuaremos amándote siempre”, dijeron Chris y Connie entre lágrimas,
leyendo la declaración que repasa y explica la historia. Una historia que ha
conmovido y movilizado al mundo, que ha suscitado intervenciones, entre las
cuales la del Papa Francisco, manifestaciones en las redes sociales,
lugares públicos y oraciones, para que al pequeño Charlie fuera dada una
oportunidad.
Cercanía y compasión de
los Obispos ingleses
A
continuación de la decisión de los padres de Charlie Gard, la Conferencia de
los Obispos ingleses y de Galles ha expresado “la más profunda cercanía y
compasión” por los padres y su hijo. Lo dio a conocer el portavoz de los
Obispos ingleses que en un comunicado de prensa ha recordado cómo el Papa
Francisco afirmó que seguía con “afecto y conmoción” el caso del pequeño y que
rezaba por los padres, esperando que su deseo de curar al hijo hasta el final
no fuera ignorado.
“Todos
rezamos por Charlie, sus padres y la familia y esperamos que logren recibir,
como familia, el sostén y el espacio para encontrar paz en los días que
vendrán”, se lee en la declaración de los obispos ingleses. “Su saludo a
su pequeño y valioso niño toca los corazones de todos aquellos que, como el
Papa Francisco, han seguido esta historia triste y compleja. La vida de Charlie
será amorosamente acompañada hasta su fin natural”.
“En
estos momentos es importante recordar que todos aquellos que estuvieron
involucrados en estas decisiones lacerantes han tratado de actuar con
integridad y por el bien de Charlie, como ellos lo veían. La profesionalidad,
el amor y el cuidado por los niños gravemente enfermos siempre demostrados por
el Great Ormond Street Hospital también merecen ser reconocidos y aplaudidos”.
MCM
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