El
Cardenal Cipriani dijo también que una parte importante del trabajo cotidiano
es la dedicada a “rezar el rosario y
leer un poco de teología para estar al día”
Un
Cardenal latinoamericano respondió a la pregunta sobre cuántas horas trabaja un
Purpurado de la Iglesia Católica,
y narró brevemente cómo discurre un día cualquiera en su vida, en el marco de la celebración
del Día del Trabajo y San José Obrero este 1 de mayo.
El
periodista Miguel Humberto Aguirre preguntó al Arzobispo de Lima y Primado del
Perú, Cardenal
Juan Luis Cipriani, lo siguiente: “¿Cuántas horas trabaja un Cardenal?”, a
lo que el Purpurado respondió: “Yo creo que todas”.
En
su programa radial
sabatino en RPP el 29 de abril, el Cardenal Cipriani explicó que se levanta
“temprano para poder rezar porque hay un momento de oración, del oficio divino
en el que no puede haber llamadas ni interrupciones. Entonces uno procura
hacerlo a la primera hora de la mañana. Muy temprano entro a la capilla y
muchas veces celebro la Misa” en ese momento.
Luego,
continuó el Arzobispo de Lima, “viene el trabajo mismo y parte del trabajo es
estar informado de lo que pasa en el país y en el mundo, es decir, leer las
noticias del Papa, las cosas del Perú”, entre otras.
Después
viene “el despacho como cualquier persona: gente que quiere que le bendiga su
casa, gente que se va a casar, gente que tiene una dificultad, los ratos de
entrevistas con sacerdotes que quieren hablar, voy a un hospital a bendecir una
instalación, hablo con una persona que tiene un problema en su hogar”, y así
sucesivamente.
El
Cardenal Cipriani dijo también que una parte importante del trabajo cotidiano
es la dedicada a “rezar el rosario y
leer un poco de teología para estar al día”.
“Hay
que ir también a atender los deberes sociales. A veces te invita una familia a algún
aniversario”. Al final, reflexionó, “te pasas el día entero sirviendo. Mi
tiempo es para los demás, no tengo tiempo mío”.
“De
alguna manera –prosiguió– así es con todo en el mundo. En el caso del que está
casado, su tiempo es de su esposa, sus hijos y sus nietos, no se encierra en su
tiempo. Todo este trabajo es lo que celebramos el 1 de mayo”.
El
Cardenal Cipriani comentó también que su día suele comenzar a las 5:00 a.m. y
culmina habitualmente entre las 10 y 11 de la noche.
Al
final del día, contó, “para relajarme un poco veo el básquet de la NBA”, la
liga profesional de Estados Unidos a la que es aficionado ya que él fue parte
de la selección nacional del Perú en la década de 1960.
Dos elementos para
santificar el trabajo
El
Arzobispo resaltó luego que en materia laboral, “la agenda de la Iglesia
Católica es la santificación del trabajo y tenemos a San José como su patrono”.
El
Cardenal explicó la necesidad de que la persona descubra a Dios en su trabajo
cotidiano y propuso dos elementos para santificarlo:
1.- Hacerlo bien
“Un
primer elemento es ‘lo que tengas que hacer, hazlo bien’. Ahora que estamos en
este momento de trabajo en la radio, hagámoslo bien. Que la gente nos escuche y
diga ‘Me ha ayudado, ha estado bien hecho, nos ha dado una luz, nos ha
entusiasmado’”.
Del
mismo modo, prosiguió, “el que juega fútbol, que juegue bien, trate de meter
goles, trate de ganar. El que está en el Congreso, procure hacer leyes
correctas, estudie los temas, asista a tus reuniones: Haz bien tu trabajo”.
“Pasamos
mucho tiempo orientados al trabajo, ya sea en la oficina o en la casa. Desde
que desayunamos y nos preparamos, y luego cuando volvemos a la casa a atender a
los chicos. Tenemos que encontrar a Dios allí”, resaltó.
2.- Vivir las virtudes
Un
segundo elemento es el de las virtudes. “Hay otra parte del trabajo que puede
servir para responder a la pregunta ‘Y tú que trabajas, ¿cómo vives la
honradez, la alegría, la generosidad, la justicia, la paciencia?”.
“¿Haces
el trabajo por cumplir o por ayudar? ¿Haces el trabajo porque mira el jefe o lo
haces sabiendo tienes que hacerlo bien?”, cuestionó.
“Yo
me santifico si hago bien el trabajo y si lo hago delante de mi creador y mi
Padre Dios”, subrayó el Primado del Perú.
Por Walter Sánchez
Silva
Fuente:
ACI Prensa