El
doctor Gregory Popcak da 3 consejos para ayudar a los niños a ser ellos mismos
frente a una mala influencia
Tu
hija llega a casa de la escuela con una palabra nueva que le ha enseñado su
amigo. Las compañeras de tu hija le están enseñando a ser un poco más descarada
de lo que te gustaría. O tal vez a tu hijo lo pillaron copiando en un examen
con su amigo, aunque sabes bien que le has enseñado lo mal que está eso.
Como
bien saben los padres, porque todos pasaron por su propia infancia, la
influencia de los amigos de los hijos es muy poderosa, en especial
cuando son pequeños (ya desde los 3 y los 4 años) y todavía están aprendiendo.
La
regañina en el calor del momento y los castigos quizás puedan limitar el tiempo
con esos amigos y establecer algunas restricciones, pero puede que sea más un
parche que una verdadera solución. Nuestros hijos imitarán los comportamientos
de los que están más cerca de ellos. Sin embargo, si como padres tenemos una
conexión buena y sólida con ellos, entonces la influencia de sus compañeros no
será tanta.
Por
ello, preguntamos al doctor Gregory Popcak, director del Pastoral
Solutions Institute , autor de la guía de educación para padres Discovering
God Together , para que nos aconsejara sobre cómo ayudar a nuestros hijos
cuando sus amigos son malas influencias y cómo ayudarles a ser unos líderes más
influyentes en sus grupos de amigos.
Paso 1: Planifica tiempo
familiar de calidad
Los
problemas empiezan cuando la escuela, los deportes y los recados nos tienen
demasiado ocupados y nos impiden pasar tiempo con la familia. El doctor Popcak
sugiere que los padres “se aseguren de encontrar tiempo diaria y semanalmente
para conectar con sus hijos, trabajando juntos, jugando juntos, conversando
juntos y rezando juntos”. El doctor dice que los momentos en familia tienen que
tener una prioridad máxima en el calendario si queremos tener una influencia
significativa en el comportamiento de nuestros hijos.
Paso 2: Enseña a tus
hijos cómo manejar situaciones difíciles con sus colegas antes que surja un
problema
Si
descubrimos que nuestros hijos se enfrentan a una situación difícil y no
podemos sacarlos de ella, el doctor Popcak recomienda presentar un cambio de
roles en las conversaciones. “Pregunten a su hijo: ‘¿Qué te gustaría que
sucediera en esa situación?’. Entonces los padres pueden desempeñar el papel
del amigo y enseñar al hijo a desenvolverse para conseguir el resultado que
quieren”.
El
doctor Popcak también recomienda asegurarnos de que dejamos claro a los niños
cuando tienen que recurrir a la ayuda de un adulto. Cuando educamos a nuestros
hijos y les damos un buen consejo para un problema antes de que surja, nos
convertimos en los expertos a los que nuestros hijos quieren recurrir en
tiempos difíciles.
Paso 3: Que en casa
estén a gusto hijos y amigos
Durante
los primeros años de la infancia, los padres tienen bastante influencia y
control sobre con quién pasan tiempo sus hijos. Después de todo, los niños de
dos años no pueden organizar su propio calendario social. Pero a medida que
crecen, necesitan libertad para crear su propio grupo de amigos.
El
doctor Popcak afirma que, cuando nuestros hijos lleguen a una cierta edad, hay
un factor que supone una gran diferencia en los tipos de amigos que escogen. Y
aconseja: “Convertid vuestra casa en la casa donde los amigos de tus
hijos quieren pasar el rato. No te conviertas en el padre que les
compra la primera cerveza, claro, pero sí el padre que tiene los juegos
a los que les gusta jugar y la comida que les gusta”.
El
doctor Popcak recomienda buscar con la práctica ser adultos influyentes
para los amigos de nuestros hijos, ya que los niños aprenden los hábitos
de los colegas de su edad. “Cuando tu hijos ven que sus amigos os respetan, eso
hace que sea más probable que os vean como una persona a la que pueden recurrir
para buscar consejo sobre cómo afrontar situaciones sociales comprometidas”.
Chloe
Mooradian
Fuente:
Aleteia