El
amor no tiene fecha de caducidad
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
toda la Comunidad tuvimos una visita muy especial: nos visitó un grupo de la
CONFER (Conferencia Española de Religiosos) de Burgos. Vinieron 28 religiosos y
compartimos juntos la tarde.
Cuando
entramos en el locutorio descubrimos que casi todos "peinaban canas".
Empezamos a presentarnos, primero nosotras y luego ellos. Nos contaron dónde
habían estado de misión durante su vida. Casi todos llevaban a sus espaldas más
de 40 años de fidelidad, de perseverancia. Según les escuchaba, me daba cuenta
de que el amor de Cristo dura para toda una vida.
Cuántas
veces he escuchado: "Se me ha acabado el amor", "Nada dura para
siempre"...
Sin
embargo, ayer tenía delante de mí a un grupo de personas que han dado la vida
por Cristo y los hermanos. Y, con su vida totalmente entregada, me decían que
el amor no tiene fecha de caducidad.
Mientras
tomábamos algo, se me acercó una misionera que me dijo que dentro de poco
cumpliría 60 años de vida religiosa. La sonrisa no se le quitaba de la cara. Me
decía con sus ojos vivos que merecía la pena dar la vida.
En
la oración de la tarde sólo me salía una acción de gracias muy profunda por
poder apostar una vez más por el amor.
Lo
que hizo Jesús fue amarnos hasta el extremo, hasta la muerte, no midió. Por
ello, no tengas miedo a volver a abrir tu corazón y, una vez más, apostar por
el Amor. Jesús nos mostró que su Padre es Amor. Hemos sido creados por amor y
para amar. Por ello, no dejes escapar en la vida lo que realmente te va a hacer
feliz, que es el amor. Hoy es un día nuevo en el que podrás descubrir la
frescura de tu corazón. Déjale que ame, no le encierres, no le tengas en un
puño... déjale latir.
Hoy
el reto del amor es mirar en tu corazón y preguntarte si tu amor tiene fecha de
caducidad. Si no la tiene, mira al Cielo para dar gracias, renueva tu
compromiso y hoy dile a esa persona que la quieres. Y si tu amor tiene fecha de
caducidad, nunca es tarde para borrarla... siéntate a los pies de Cristo y
pídele que llene tu corazón con Su amor, un amor que "todo lo cree, todo
lo espera...", un amor "que no pasa nunca".
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma