El cartón y la mesa
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Llevo
unos días dando vueltas al sufrimiento humano, a la debilidad, quizás porque me
ha tocado vivir muy de cerca toda la enfermedad de mi madre y he podido ver
cómo viven la falta de salud tantas personas.
Me
impresiona ver a los que no tienen fe: como lo viven "a pelo", lo que
prima es la resignación, o la exigencia a los médicos para que hagan de dios y
curen, cuando muchas veces ellos no pueden. Las expresiones que más he
escuchado han sido: "Esto es lo que hay", "Es cuestión de
esperar, de tener más suerte"... pero en sus rostros no se perfila paz ni
serenidad.
Por
otro lado, me he encontrado con gente que, sólo con ver el hábito, se acercaban
a mí. Me pedían que orase por ellos, para que tengan paz y, si es la voluntad
de Dios, recuperen la salud.
A
todos les miraba y les sonreía, y siempre oraba por ellos, le hablaba a Jesús
de ellos. Sin embargo, también le pedía al Señor poder hacer algo ante este
sufrimiento...
Para
mí, la vida es Cristo. Fuera de Él no hay felicidad, el sufrimiento es duro.
Mientras oraba, metí la mano en mi bolsillo y me encontré con la cruz que llevo
siempre conmigo. La agarré y me di cuenta del poder de la cruz: Cristo ha
muerto y ha resucitado para quitar el aguijón de muerte que tiene la
enfermedad. Y entonces entendí.
¿Por
qué no dejar unas pocas cruces en el hospital? Alguien la podría necesitar...
Total,
cogí un cartón, y al ordenador hice este cartel: "Si estás sufriendo, esto
es para ti: coge una", y con una flecha indicando. Pegué el papel al
cartón y me bajé a la entrada de la capilla. Allí había una mesa. Puse en ella
el cartel y junto a él, un montón de cruces pequeñitas. Después de saludar al
Señor, me marché. ¡Ahora ya era cosa de Él!
Hoy
el reto del amor es entregar un signo cristiano a una persona. No necesitas
palabras: si para ti es lo más importante, si Cristo es el mejor regalo que has
recibido, si Él es lo que necesitaba tu corazón... créeme, también es lo que
necesita el corazón de quien tienes al lado, aunque aún no se haya dado cuenta.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma