Tamara Falcó contesta a la
petición de un político español de eliminar la Misa de la televisión pública
Un
simple mensaje que ha enardecido las redes sociales en España. Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler y hermana del famoso
cantante Enrique Iglesias defendía en sus perfiles sociales públicos
las transmisiones de la misa católica en la televisión pública española. Como
ella, muchos católicos hicieron lo mismo en sus perfiles. Rápidamente salieron
los defensores y detractores de esta medida. La polémica estaba servida.
Se
trata de una polémica política que nació del Secretario general de Podemos,
Pablo Iglesias quien defendió que la televisión pública debería retirar de su
programación las misas católicas y cuyo partido ha presentado una proposición
no de ley en este sentido.
“No
es el espacio más sensato para ritos religiosos”, afirmaba Pablo Iglesias
defendiendo la aconfesionalidad del Estado.
La
programación religiosa (no sólo católica, pues hay espacios también para la
religión islámica, la judía y la protestante evangélica) forma parte de la
televisión pública española de acuerdo con sus estatutos, basados en el
reconocimiento de España como estado aconfesional, que favorece la expresión
pública de las religiones profesadas por los españoles, en base a su extensión
y representación social.
El éxito de la misa en
Televisión Española
Si
la televisión estatal debe ser un servicio público sólo hace falta mirar los
datos para ver si la Misa de TVE ofrece su función. La Misa es el programa más
visto en La 2 cada domingo, más de 300.000 personas la ven y la cuota
media es muy superior (6,6%) a la media de la cadena (2,6%). Este domingo,
además y con motivo de esta polémica la Misa de La2 triplicó su
audiencia: un 18,6 por ciento de share.
El
subdirector del programa, el sacerdote salesiano Javier Valiente, muestra en un
mensaje en Redes Sociales y del que se hace eco Religión Confidencial: “No se trata de un privilegio de la
Iglesia Católica. Según la implantación de las distintas confesiones
religiosas en cada país, las televisiones públicas dedican espacios a los
diferentes credos. En la nuestra, por ejemplo, tienen espacio el Islam, Iglesia
Evangélica, Comunidad Judía y los Católicos. Son espacios de servicio público,
cada confesión decide los contenidos y TVE, los profesionales y la
infraestructura técnica para que se puedan desarrollar. Y con los criterios,
dedicación y buen hacer de estos profesionales”.
Juan Carlos Ramos, director de El Día del Señor también defendía
hace un par de años la emisión de este espacio: “Nuestra voluntad es el
servicio, amparados en el derecho de acceso a los medios de comunicación
públicos recogido en la Constitución y en los acuerdos entre la Santa Sede y el
Gobierno español. Somos el programa más visto de La 2. A veces, llegamos al millón
de espectadores, o sea que la demanda social de este programa existe sin duda y
hay que prestar ese servicio”.
Sobre
todo pensando en aquellos que más lo necesitan, los enfermos: “Ciertamente
nos llegan testimonios muy conmovedores de hijos agradecidos porque sus padres
mayores nos ven. Para muchos, el acontecimiento más importante de la semana es
cuando conectan con La 2 el domingo y pueden ver la Misa. Personas
limitadas e impedidas para quienes es muy importante vivir su fe. También
muchos párrocos nos cuentan que van a repartir la comunión los domingos a los
enfermos y todos están viendo la Misa en televisión”.
Un
simple mensaje en las redes sociales de un personaje público en defensa de la
Misa ha hecho enardecer los comentarios de Twitter e Instagram. Si tiene un
éxito de audiencia y hace una labor social. ¿Por qué tanta insidia? ¿A quién le
hace daño la Santa Misa?
ALVARO
REAL
Fuente:
Aleteia