El enviado del papa
Francisco aclara su misión y pide oraciones "para acercarme lo más posible
a una verdad objetiva"
Si
ha florecido una devoción mariana en Medjugorje, si llegan allí semejantes
multitudes, es que es un lugar donde continuará la veneración, ya que Nuestra
Señora puede ser venerada en cualquier lugar, especialmente donde esta
veneración es tan fructífera, según escuchamos por los numerosos
testimonios”, cuenta a Aleteia el arzobispo Henryk Hoser,
enviado especial de la Santa Sede a Medjugorje, una
pequeña localidad de Bosnia y Herzegovina cercana a la frontera con
Croacia.
¿Cuándo partirá hacia
Medjugorje?
Hace
poco escuché que supuestamente ya estoy allí y que he sido milagrosamente
sanado por la Santísima Virgen María… Bromas aparte, mi primera visita a
Medjugorje, de orientación, empezará a finales de marzo.
Primero
me reuniré con el nuncio apostólico en Bosnia y Herzegovina y con el
arzobispo de Sarajevo. Luego, naturalmente, me reuniré con el obispo local de
Mostar y con los monjes franciscanos que trabajan en el santuario. Pero antes
que nada, escucharé atentamente diferentes opiniones y examinaré la situación
pastoral local.
Esta será su primera
visita al santuario. Sin embargo no va a ser su primera misión especial,
¿cierto?
Es
cierto que nunca he visitado en persona Medjugorje, pero muchos de
los fieles de mi diócesis de Varsovia-Praga van allí y estoy muy
familiarizado con sus relatos.
También
es verdad que no va a ser mi primera misión como enviado especial del Papa.
Hasta ahora he desempeñado tres misiones de este tipo. Dos visitas apostólicas
fueron breves; pasé dos semanas en Togo y en Benín, respectivamente. Allí
examiné cuestiones de los seminarios. La tercera misión fue larga; pasé un año
y medio en Ruanda inmediatamente después del genocidio. Esta experiencia me da
el valor para embarcarme en otra visita, a Medjugorje.
En lo referente a las
apariciones marianas en Medjugorje y su autenticidad, clarifique para nuestros
lectores la situación actual.
En
2010 la Santa Sede designó una comisión doctrinal especial encabezada por Su
Eminencia el cardenal Camillo Ruini. En 2014 la comisión concluyó su operación
y entregó sus conclusiones al Santo Padre. A continuación remitió el caso a la
Congregación para la Doctrina de la Fe. A fecha de hoy, la Congregación todavía
no ha adoptado su posición final.
Su misión no
concierne únicamente a las apariciones en sí, sino que es de carácter pastoral.
Sin embargo, no todo el mundo entiende por qué un arzobispo polaco recibe una
misión especial de Francisco. Un sitio web anunció que usted va a
“examinar el conflicto en relación a las apariciones marianas”.
La
misión que se me ha confiado es complementaria a lo que ha logrado la comisión
doctrinal. Todos los años el santuario recibe la visita de dos o dos millones y
medio de peregrinos de todo el mundo. Se ha convertido en un lugar carismático.
El hecho de que Medjugorje sea visitado por tantísimos fieles que, sin
duda, se ven espiritualmente enriquecidos allí, es algo que hay que tener en
mente.
La
demanda de cuidado pastoral en este lugar es inmensa. Imagine: hay 50
confesionarios en el lugar. El problema es que a menudo no hay bastantes
confesores que hablen diferentes idiomas.
Mi
misión, según ha quedado estipulada en el comunicado oficial de la Santa Sede,
es examinar de cerca la situación pastoral local, en particular las necesidades
de los peregrinos. También está previsto que indique posibles iniciativas
pastorales nuevas. El objetivo subyacente es mejorar el alcance pastoral y
coordinar mejor las acciones pastorales locales.
Después de la designación
del enviado especial y la publicación de una carta
de un obispo local que desautoriza la autenticidad de las apariciones,
muchos fieles del mundo están preocupados. ¿Su peregrinaje fue en vano? ¿Sus
oraciones fueron incorrectas?, se preguntan. ¿Podría, como enviado pastoral
papal, explicar la situación actual y disipar sus preocupaciones?
¡De
ninguna forma deberíamos preocuparnos! La Iglesia no se ha pronunciado todavía
sobre la autenticidad de las apariciones. Deberíamos esperar pacientemente
a la postura final. No se trata en absoluto de la primera situación en la
que la Iglesia se toma su tiempo en tomar una decisión, en especial dado que la
forma de las apariciones marianas en Medjugorje distan notablemente de las
anteriores apariciones que todos conocemos.
Además,
este asunto no cambiará nada la doctrina de la Iglesia en relación a la
veneración mariana. Si ha florecido una devoción mariana en
Medjugorje, si llegan allí semejantes multitudes, es que es un lugar donde
continuará la veneración, ya que Nuestra Señora puede ser venerada en cualquier
lugar, especialmente donde esta veneración es tan fructífera, según
escuchamos por los numerosos testimonios.
El
Santo Padre es consciente de ello, así que desearía examinar no solo la
situación pastoral en Medjugorje, sino también, de ser necesario, encontrar
métodos para mejorar la atención pastoral hacia los peregrinos en este lugar,
tan fuertemente dedicado a Nuestra Señora.
Permítame aprovechar esta
oportunidad para trasladarle el saludo de los editores y lectores del portal
católico Aleteia y desearle una recuperación completa y rápida.
¿Querría dirigirse a nuestros colaboradores y lectores?
Me
gustaría pedir a los lectores de Aleteia que rezaran por el éxito de
mi misión en Medjugorje. Me embarco en esta misión en representación de la
Iglesia, por encargo del Santo Padre. Quiero que esta misión se acerque lo
más posible a una verdad objetiva y que produzca resultados muy buenos y
concretos.
Soy
un emisario de la Iglesia, pero la Iglesia debería rezar por mí, al igual que
rezó en su momento por san Pedro y san Pablo. Después de todo, la oración es la
fuerza motora de nuestras acciones en la Iglesia, tanto las tangibles como las
invisibles.
El arzobispo Henryk Hoser,
obispo de la diócesis de Varsovia-Praga, nació en 1942 en Varsovia. Graduado
universitario en Medicina, en 1968 entró en la Sociedad del Apostolado Católico
(Palotinos). Tras obtener los títulos de Filosofía y Teología y ser ordenado
sacerdote, marchó a París y luego a una misión en Ruanda (1975–1996). En 1978
estableció un Centro Médico y Social en Kigali y lo dirigió durante 17 años.
También creó el Centro de Formación Familiar (Action Familiale). Después de la
guerra civil de Ruanda, la Santa Sede lo designó visitador apostólico en
Ruanda. En 2005, Juan Pablo II lo nombró arzobispo y secretario auxiliar de la
Congregación para la Evangelización de los Pueblos y director de las Obras
Misionales Pontificias. En 2008, Benedicto XVI lo nombró obispo de la diócesis
de Varsovia-Praga. El 11 de febrero de 2017 el papa Francisco lo designó
enviado especial de la Santa Sede para Medjugorje. A comienzos de 2017, el
arzobispo Hoser reveló que padece malaria.
KONRAD SAWICKI
Fuente:
Aleteia