Entrevista al fraile
franciscano que guiará los ejercicios espirituales del Papa y de la Curia
romana
Los
ejercicios espirituales en los que participarán del 5 al 10 de marzo el papa
Francisco y la Curia romana, en la casa Divin Maestro, en las afueras de Roma,
serán realizados por un sacerdote franciscano, el fraile menor Giulio
Michelini, profesor del Instituto teológico de Asís quien en esta entrevista,
le cuenta a ZENIT los temas que abordará.
¿Cuándo supo que había
sido elegido para realizar los Ejercicios espirituales en los que participará el papa Francisco?
—
Padre Michelin: Lo supe el primer domingo de Adviento. Me llamó un colaborador
del Papa para darme esta noticia y para avisarme que después el Santo Padre me
iba a llamar.
¿Cómo fue la
conversación telefónica con el Papa?
—
Padre Michelin: El Santo Padre fue muy cortés. Le expliqué que tendría alguna
dificultad en hablar delante de él y de la Curia romana; le dije también que
podría aconsejar a personas más capaces que yo. El Papa me respondió: “Hagamos
así, padre Julio. Siga pensando que hay personas más capaces que usted, Pero
por favor háganos los Ejercicios”.
¿Ya había conocido
personalmente al Santo Padre?
—
Padre Michelin: Tuve la suerte de poder saludarlo y abrazarlo, pero
nunca mantuve una conversación con él. La primera vez cuando vino a Asís
encontró a toda la comunidad franciscana de Santa María de los Ángeles. Después
en Florencia, cuando encontró a los miembros de la junta preparatoria del
Congreso eclesial nacional, de la cual formaba parte. Y la tercera vez que lo
vi fue en noviembre pasado, cuando junto a colegas y docentes de la Asociación
bíblica italiana fuimos recibidos en audiencia en el Vaticano.
¿Qué sensación tuvo en
estas tres ocasiones breves?
—
Padre Michelin: Me di cuenta que el Papa no tiene miedo de las miradas, más aún
las busca. Para mi es la mirada de Pedro. De hecho el título del libro que he
elegido para recoger las meditaciones –que será publicado por Ediciones
Porziuncola, después de los Ejercicios– es ‘Estar con Jesús, estar con Pedro‘.
Para un franciscano es una experiencia particular.
Ud. indicó que para
prepararse mejor a estos Ejercicios se ha retirado unos diez días en Tierra
Santa.
—
Padre Michelin: Durante los Ejercicios hablaré también de la humanidad de
Jesús. Porque la cruz, la pasión, muerte y sepultura, hablan de la humanidad de
Jesús, que debemos redescubrir.
En
Cafarnaúm, donde Jesús inició la misión, se pueden encontrar vestigios de las
calles que recorrió, del lago que cruzó y de la casa dónde estuvo, la de Simón.
Saber que mis pies se encontraban en los mismos lugares cruzados por Jesús fue
para mi conmovedor. Hay además un segundo elemento cultural: la idea de que en
Tierra Santa a pesar de los conflictos, llegan visitantes y peregrinos de
todo el mundo. Y para nosotros los franciscanos menores es un honor ser
custodios de esta tierra.
Las meditaciones serán
sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús de acuerdo al Evangelio de san
Mateo, ¿por qué?
—
Padre Michelin: Todos los Evangelios son utilizados en el tiempo de Cuaresma.
Recuerdo que en la liturgia post ambrosiana prevale el Evangelio de Juan, en
cambio en la romana leemos los tres evangelios sinópticos. Yo he elegido Mateo
porque es el Evangelio que conozco mejor. He escrito un libro sobre este, pero
lo que diré al Papa es completamente nuevo.
Usted quiso que además de
sus reflexiones haya una elaborada por una pareja de esposos, y otra de una monja
clarisa de clausura. ¿Por qué?
—
Padre Michelin: Porque desde hace años trabajo con ellos, fue una decisión que
hice sin reflexionar mucho. He escrito ocho libros con los esposos Gillini
Zattoni. Ellos son expertos en las relaciones matrimoniales. De la monja
clarisa en cambio, leeré una nota que me escribió, porque dará una contribución
femenina y claustral, que yo no lograría dar.
¿Usará también otros
textos?
—
Padre Michelin: Sì. Tuve la suerte de estudiar literatura, y citaré a Romano
Guardini, Massimo Gramelline, Amos Oz, Emanuel Carrére, también al Franz Kafka.
Durante las refecciones leeremos en cambio una antología de textos marianos y
el libro ‘Un instante antes del alba’, del padre Ibrahim Alsabagh, que cuenta
lo que sucedía en la ciudad de Alepo durante la Guerra.
¿Cómo
se está preparando para esta experiencia?
—
Padre Michelin: Me he detenido algunos días en el lago de Tiberíades,
ahora he retornado a mi trabajo como docente. Me preparo por lo tanto con los
empeños cotidianos y con la constante oración y la misa. Entretanto debo
confiar que me acompaña una sensación de paz que nunca percibí antes, la cual
creo sea porque muchos amigos están rezando por mi y por el Papa.
FEDERICO CENCI
Fuente:
Zenit