El Papa Francisco ha concedido a la Archidiócesis de Pamplona la
celebración de un “Año Santo Sanferminero” que comenzará el 7 de julio de 2017
y que concluirá en la misma fecha en 2018.
El
Arzobispo de Pamplona, Mons. Francisco Pérez González, solicitó este Año Santo
a la Santa Sede por los 300 años de la
construcción y consagración de la Capilla de San Fermín que se encuentra en la
iglesia de San Lorenzo de Pamplona.
Según
precisan desde la Archidiócesis, esperan recibir próximamente el decreto de la
Penitenzieria Apostolica “en el que se darán a conocer las condiciones para la
celebración de este Año Santo”.
También
se creará una Comisión de preparación y celebración del Año Santo con el fin de
“difundir la devoción a San Fermín y el reconocimiento de su figura y su
historia”.
De
esta manera la diócesis organizará visitas a la catedral de Pamplona, la
reapertura del tesoro de San Fermín, situado junto a la capilla, así como
peregrinaciones a lugares vinculados con el santo navarro como son las ciudades
francesas de Toulousse, donde fue ordenado sacerdote, y Armiens, localidad de
la que fue Obispo y en donde murió.
Este
Año Santo llega un año después de que el grupo municipal Aranzadi, plataforma
en donde se integra el partido Podemos, pidiera eliminar cualquier signo
religioso de las fiestas de San Fermín, conocidas internacionalmente como los
Sanfermines.
Reafirmación de la
religiosidad de la fiesta
El
párroco de la Iglesia de San Lorenzo, donde se encuentra la capilla de San
Fermín, declaró al semanario Alfa y Omega que con la concesión de este Año
Santo Sanferminero se pretende “ir más al fondo para recuperar desde una óptica
cristiana la figura y el contenido de San Fermín: creyente, comprometido y
primer obispo de esta diócesis”.
El
grupo Aranzadi pidió durante el año 2016 que la procesión de San Fermín el 7 de
julio en Pamplona, se llamara Desfile del Día Grande de las fiestas de la
ciudad y que se retirara cualquier referencia religiosa en los actos públicos.
Además precisaron que los trajes de gala que utilizan los ediles en el día de
San Fermín muestran “una visión sexista y discriminatoria”.
Esta
petición no tuvo mayor repercusión social, pero con la concesión de este Año
Santo, el Vaticano ha confirmado el carácter religioso de estas fiestas en
honor al patrón de Navarra junto con San Francisco Javier.
El
P. Leoz subrayó que de este modo se pretende que con el tradicional grito de
“¡Viva San Fermín!” lo que se haga sea “gritar con nuestra propia vida lo
que él creyó y vivió, y preguntarnos también si nuestra vida va en clave
evangélica o demasiado a la carta. Este año nos invita a la Eucaristía, a la
caridad, al perdón y a la gracia que la Iglesia pone a nuestro alcance”.
San
Fermín fue un obispo que murió mártir. Fue decapitado por negarse a dejar de
anunciar el Evangelio en una época de mucho paganismo. Predicó al Señor con
mucho fruto en Navarra y Pamplona.
Fuente: ACI