La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número 40 en la Biblia
La Cuaresma es un tiempo litúrgico en el
que por 40 días la Iglesia llama a los fieles a la
penitencia y conversión, para prepararse verdaderamente a vivir los misterios
de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana
Santa.
Estos son cinco puntos
que debes saber sobre la Cuaresma:
La
oración es la condición indispensable para el encuentro con Dios. En la
oración, el cristiano ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la
gracia entre en su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre a la oración
del Espíritu cooperando a ella con su respuesta libre y generosa (ver Lc 1,38).
La
mortificación se realiza cotidianamente y sin necesidad de hacer grandes
sacrificios. Con ella se ofrece a Cristo aquellos momentos que nos generan
molestias en el transcurrir del día, y se acepta con humildad, gozo y alegría,
todas las adversidades que lleguen.
De
la misma manera, saber renunciar a ciertas cosas legítimas nos ayuda a vivir el
desapego y desprendimiento. Dentro de esta práctica cuaresmal están el ayuno y
la abstinencia las cuales serán explicadas luego.
La
caridad es necesaria como refiere San León Magno: “si deseamos llegar a
la Pascua santificados en nuestro ser,
debemos poner un interés especialísimo en la adquisición de esta virtud, que
contiene en sí a las demás y cubre multitud de pecados".
Sobre
esta práctica San Juan Pablo II explica que este llamado
a dar "está radicado en lo más hondo del corazón humano: toda persona
siente el deseo de ponerse en contacto con los otros, y se realiza plenamente
cuando se da libremente a los demás".
2.- El ayuno y la
abstinencia
El
ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día, mientras que la
abstinencia consiste en no comer carne. Con ambos sacrificios reconocemos la
necesidad de hacer obras para reparar el daño causado por nuestros pecados y
para el bien de la Iglesia.
Además,
de forma voluntaria se dejan de lado las necesidades terrenas y se redescubre
la necesidad de la vida del cielo.
"No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios" (Mt 4,4).
El
ayuno no prohíbe tomar un poco de alimento por la mañana y por la noche. Es
obligatoria desde los 18 hasta los 59 años.
Por
otro lado para la abstinencia, si bien se prohíbe el uso de carnes, no es el
caso para huevos, lácteos y cualquier condimento a base de grasa de animales.
Es día de abstinencia todos los viernes del año y es obligatorio a partir de
los 14 años.
3.- La Cuaresma comienza
con el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves
Santo
En
el Miércoles de Ceniza se inician los 40 días de preparación para la Pascua. Al
término de la misa el sacerdote bendice e impone las
cenizas hechas de los ramos de olivo bendecidos en el Domingo
de Ramos del año anterior. Estas son impuestas haciendo la
señal de la cruz en la frente y pronunciando las
palabras Bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o
«Conviértete y cree en el Evangelio». De esta forma la ceniza representa un
signo de humildad y le recuerda al cristiano su origen y su fin.
La
Cuaresma termina en el Jueves Santo. En aquel día la Iglesia conmemora La
Última Cena del Señor, donde Jesús de Nazaret compartió por última vez con sus
apóstoles antes de ser crucificado en Viernes Santo.
4.- La duración de la
Cuaresma está basada en el símbolo del número 40 en la Biblia
Los
40 días de la Cuaresma representan la misma cantidad de días que Jesús pasó en
el desierto antes de comenzar su vida pública, los cuarenta del diluvio,
los cuarenta de la marcha del pueblo judío por el desierto, los
cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, y los 400 años que duró la
estancia de los judíos en Egipto.
En
la Biblia el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros
significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y
dificultades.
5.- En la Cuaresma el
color litúrgico es el morado
El
color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es
un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de
preparación al misterio pascual.
Por Diego López Marina