“En diplomacia la ausencia puede ser una forma de ejercer presencia, y el silencio puede llegar a ser el más elocuente discurso”
El Nuncio Apostólico en
Venezuela, Mons. Aldo Giordano, informó que Mons. Claudio María Celli –que
participaba como representante vaticano en los diálogos entre el gobierno y la
oposición– renunció a visitar el país para los próximos días y por tanto “no
participará en las posibles reuniones (de la Mesa de Diálogo) previstas para estos
días”.
Mons. Giordano informó
sobre esta decisión en una carta a Jesús Chúo Torrealba, Secretario Ejecutivo
de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). “Deseo informarle que S.E. Mons.
Claudio María Celli, Delegado del Papa para la Mesa del Diálogo en Venezuela,
ha renunciado a su visita a Venezuela para los próximos días, por lo tanto no
participará a las posibles reuniones previstas para estos días”, indicó.
La carta difundida este
jueves 19 de enero añade que Mons. Giordano “ha sido designado como Delegado de
la Santa Sede para
estos eventuales encuentros”.
El 30 de octubre de 2016
se dio la primera reunión entre representantes del gobierno de Nicolás Maduro y
de la MUD como parte de la Mesa de Diálogo auspiciada por la Unión de Naciones
Sudamericanas (UNASUR) y en la que Mons. Celli participaba como facilitador.
En este primer encuentro
se llegó a un acuerdo que –tal como denunciaron los obispos venezolanos–, ha
sido incumplido por el gobierno y que fue advertido por el Secretario de Estado
Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, en una carta privada del 1 de diciembre, y
que posteriormente fue filtrada a la prensa.
En su carta, la
autoridad vaticana demandó, “respetuosamente pero con firmeza”, que cumpliera
con el compromiso de implementar “medidas destinadas a aliviar la grave crisis
de abastecimiento de comida y medicinas”, que las partes “concuerden el
calendario electoral que permita a los venezolanos decidir sin dilaciones su
futuro”, que se “tomen las medidas necesarias para restituir cuanto antes a la
Asamblea Nacional el rol previsto en la Constitución”, y “se apliquen los
instrumentos legales para acelerar el proceso de liberación de los detenidos”.
Estos cuatro puntos son
condiciones esenciales “para continuar el diálogo”, añadieron el pasado 13 de
enero la Conferencia Episcopal Venezolana. La Mesa de Diálogo se encuentra
suspendida desde diciembre de 2016.
Por su parte, en una
carta dirigida a Mons. Giordano, Torrealba agradeció de parte de la MUD la
participación que tuvo Mons. Celli y dijo que “comprendemos igualmente hoy las
razones que llevan a la Santa Sede a no enviar, en las presentes circunstancias,
al Delegado del Papa a Venezuela”.
“Tales razones están
nítidamente dibujadas en las cuatro demandas al Gobierno Venezolano,
contundentes y aun insatisfechas, plasmadas en la carta de S.E. Mons. Pietro
Cardenal Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, de fecha 1ro de diciembre
de 2016”, añadió.
Torrealba dijo que “en
diplomacia la ausencia puede ser una forma de ejercer presencia, y el silencio
puede llegar a ser el más elocuente discurso”, e indicó que espera que esta
decisión “haga reflexionar a quienes en el gobierno nacional hicieron colapsar
el mecanismo de diálogo con su sistemático incumplimiento de los acuerdos, y
los oriente a desandar la escalada de represión y acentuada intolerancia
desatada desde el poder en las últimas semanas”.
Por su parte, la
Secretaría General de la UNASUR publicó un comunicado este 19 de enero en el
que señala que “los acompañantes del proceso de diálogo” reiteran su
“compromiso y firme voluntad de seguir acompañando todas las gestiones
necesarias para lograr la pacífica y democrática convivencia en Venezuela”.
Asimismo, señaló que el
Secretario General de la UNASUR, Ernesto Samper, “destacó el mensaje que le
hizo llegar” el Cardenal Parolin “con la firma decisión del Vaticano de
continuar su apoyo al diálogo”.
Fuente: ACI