HOY EL RETO DEL AMOR ES PENSAR UN DETALLE PARA CADA UNA DE LAS PERSONAS CON LAS QUE VAS A PASAR EL DÍA

Amor que sorprende

Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Ayer, durante la comida, me llevé una grata sorpresa.

Tras servir la comida pasan la fruta en una bandeja, y cada una elige si quiere coger o no, y qué fruta prefiere.

Mientras veía a la hermana acercarse a mí con la bandeja de fruta, estuve dando vueltas: "¡Cómo me apetece una naranja...! El caso es que, sólo por no tener que pelarla... Además, me mancho el hábito seguro..."; así que, de la misma manera, dije que no quería nada, y la hermana pasó de largo.

Pero, treinta segundos más tarde, llega la otra hermana con una bandeja llena de rebanadas de naranja, peladas y azucaradas, para que nos sirviéramos como postre.
 
Fue una pasada ver lo que acababa de ocurrir. Me serví muy contenta, y dando gracias al Señor por la hermana que estaba en la cocina y que se había dedicado a hacernos este postre.

Realmente el amor es detallista, se adelanta a las necesidades de la persona, e incluso va más allá, trata de llegar al corazón, de hacérselo fácil y sorprendente.
Lo vemos en Jesús: Él mismo, siendo el Mesías, el que todos habían estado esperando, no tuvo problema en quitarse el manto y arrodillarse a lavar uno a uno los pies de sus discípulos, ¡y eso que aquel gesto era oficio de esclavos! Y, al terminar, nos dijo: «Haced vosotros lo mismo».

Amar es darse, es no pertenecerse, y, cuando leo esto, me doy cuenta de que no nos pide de golpe grandes hazañas, sino empezar por lo poco, por las cosas sencillas, por los pequeños detalles que siempre sorprenden.

Hoy el reto del amor es pensar un detalle para cada una de las personas con las que vas a pasar el día. Ora y pregunta al Señor qué podrías hacer por cada uno, cómo llegar a su corazón, y mostrarles que les quieres.

VIVE DE CRISTO


Fuente: Dominicas de Lerma