La gran oportunidad de
presentar en Centroamérica a los jóvenes otra alternativa
“Este es un proyecto de país.
Queremos que sea de país porque la Iglesia como tal, somos muy honestos, no
puede llevarlo adelante (sola)”, expresó el arzobispo de Panamá, José Domingo
Ulloa, en relación a la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en 2019 en Panamá, durante la rueda de prensa
luego de la visita que le hicieran este miércoles al Papa Francisco en el
Vaticano los obispos del país centroamericano.
Por otro lado, Ulloa
consideró que será una gran oportunidad para darle esperanza a los jóvenes en
Centroamérica.
“La JMJ en 2019 tendría que
ser sólo el fin de un trabajo que estaremos realizando con los jóvenes en
Centroamérica que se ven abocados a emigrar, que caen en las garras del
narcotráfico, la trata de personas, y yo creo que esta es la gran oportunidad
que tenemos en la región centroamericana para presentar a los jóvenes otra
alternativa. Darles la oportunidad, porque al final es hablar de oportunidad”,
expresó durante la rueda de prensa el arzobispo de Panamá.
Los obispos también
comentaron que cuando se realizó la solicitud al Vaticano para que Panamá sea
sede de la JMJ se lo hizo en representación de Centroamérica debido a que la
carta fue firmada por todas las conferencias episcopales de la región. También
se indicó que se propuso cambiar el mes tradicional de este evento para enero o
marzo, momento en que el clima el más benévolo y en América Latina hay
vacaciones.
Alegría centroamericana
En cuanto a las expectativas,
los obispos anticiparon que la JMJ estará llena de colorido, bailes, escenarios
naturales y la típica alegría de los países centroamericanos.
“Yo me imagino algo mucho más
latino, las canciones, la comida, la cultura… Va a ser muy diferente porque
vamos a poder ver más a la gente de Costa Rica, Colombia, El Salvador, que es
muy difícil llegar hasta acá para mucha gente de Latinoamérica, y vamos a poder
disfrutar de ese sabor latino”, prosiguió.
“Muchas personas que vienen
de países más cercanos en América van a tener la oportunidad de asistir. Van a
tener la oportunidad de ver eso. Hay muchos jóvenes panameños que intentaron,
que trabajaron y que lucharon por venir y que al final no pudieron conseguir el
dinero para venir. Que esos jóvenes tengan la oportunidad de vivirlo es súper
impresionante”, concluyó.
De esta manera, lo que finalmente se confirmó el pasado domingo 31
de julio en Cracovia
(Polonia) es un sueño
para Panamá, algo que ya se venía cosechando desde que trascendiera hace unos
meses la posibilidad de ser sede, y una gran oportunidad para que los jóvenes
peregrinos de todo el mundo, particularmente de América Latina, se sientan como
en casa de la mano del Papa en un lugar que sabe muy bien cómo ser buen
anfitrión.
PABLO CESIO
Fuente: Con información proporcionada
por Rome Reports