Roto
En un armario de la cocina están los boles que
utilizamos para poner en remojo la comida: alubias, lentejas, garbanzos... Hay
dos que son idénticos: amarillos, de plástico...
El otro día, echamos las lentejas en uno de ellos. Al
cabo de un rato descubrimos que había agua cayendo por todo el armario,
metiéndose en los cajones, desembocando en un charco que ya ocupaba unas
cuantas baldosas.
Investigamos de dónde venía y resultó que el balde
estaba roto por alguna parte, ¡menuda faena! Lo lavamos, volvió a su armario y
la siguiente semana nos volvimos a encontrar con la inundación. Lo limpiamos...
y al armario. ¡Cosas de novicias!
Ayer necesitaba poner las patatas en remojo. Metí la
mano en el armario, ¡y saqué el balde amarillo! ¡No daba crédito a mis ojos!
Con rotulador rojo, alguien se había dedicado a poner flechas y unas letras en
las que en mayúscula ponía: ROTO.
¡Ponía "roto" en un balde, y seguía en el
armario! ¿Te imaginas un bolígrafo en que ponga "bolígrafo sin
tinta", o "tenedor sin púas", "zapato sin suela",
"gafas sin cristales"...? Así es cómo miraba al balde en ese momento.
Me reía, pero también pensaba en las veces que
nosotros, en apariencia, somos baldes que sirven para poner en remojo los
problemas, las heridas que arrastramos, las dificultades con el trabajo, los
problemas con la familia... Parece que contenemos vida en nuestro interior
pero, poco a poco, va cayendo por grietas o agujeros a penas inapreciables, y
seguimos tirando, sigues para delante con todo, y las lentejas se van quedando
secas.
Cristo no quiere que sigas tirando, no quiere que
vivas "sobreviviendo", ni que vuelvas al armario así. Hoy quiere
cogerte en sus manos y regalarte una mirada nueva en tu situación. Es verdad
que las lentejas, las alubias... ¡tu situación!, será la misma pero la vivirás
de forma diferente.
Hoy el reto del amor es que te acerques a Cristo y le
enseñes tu cartel de ROTO. ¿Qué te hace perder la vida? Deja que Él te regale
un balde nuevo, un balde con las mismas lentejas pero que no pierda la
esperanza. Déjate abrazar por Él.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma