¿Estás esperando un hijo? Considera estos nombres
de santos perfectos para un nacimiento durante el jubileo
Elegir un nombre para el bebé
es la primera decisión difícil que han de tomar los padres. No querréis elegir
un nombre demasiado de moda —ni que tu hija sea la tercera niña en su clase con
el mismo nombre—, pero tampoco querréis que sea demasiado extraño, y así
evitarle la condena de tener que deletrearlo y explicarlo cada vez que se
presente durante el resto de su vida.
Así que si esperáis un hijo o
una hija y estáis buscando un nombre que sea espiritual y que a la vez guarde
un significado, bueno, estáis de suerte: el papa Francisco ha declarado un Año Jubilar de la Misericordia,
desde diciembre de 2015 a noviembre de 2016.
Es una invitación a centrarnos
más profundamente en experimentar la misericordia de Dios, para que nos
acerquemos a Él tanto a través de la oración como ofreciendo nosotros mismos
actos misericordiosos.
Si estáis explorando el árbol
genealógico familiar, repasando libros de nombres para bebés y veis que no
tenéis suficiente, echad un vistazo a estos nombres de santos.
Son nombres todos asociados
especialmente al tema de la misericordia; algunos ya os resultarán familiares,
otros tal vez sean, por así decirlo, más atrevidos.
De todas formas, es posible que
al leer sobre los actos desprendidos y piadosos de estas notables personas
recibáis la inspiración para honrar su devoción a la misericordia y dar el don
de su nombre a vuestro hijo o hija.
María o María Isabel
Para una pequeña en la que
depositaréis vuestra esperanza para que sea valiente y tenga fe incluso en las
circunstancias más adversas.
María Isabel Hesselblad
(1870-1957) fue canonizada este año por el papa Francisco. Una enfermera suiza
convertida al catolicismo, fue la encarnación del concepto de misericordia, y
prueba de ello fue su esfuerzo por salvar a judíos de las garras de los nazis
durante la Segunda Guerra Mundial; de no haber sido por su directa
intervención, a la mayoría de aquellas personas les esperaba una muerte segura.
María o María Domenica
Para una pequeña que cuidará de
los demás a través de actos de misericordia espirituales y corporales.
María Domenica Montovani
(1892–1934) trabajaba con personas gravemente enfermas en su parroquia de
Verona, Italia, ya desde muy joven. Fue cofundadora, junto con el beato José
Nascimbene, de la Congregación de las Hermanitas de la Sagrada Familia.
Antonio
Para un chico que ilumine a los
ignorantes e iletrados.
San Antonio de Padua
(1195–1231) es ejemplo de obra espiritual en la instrucción de los ignorantes.
Era amigo de san Francisco de Asís y era famoso por su habilidad para predicar
con vehemencia la palabra de Dios entre los jóvenes que estudiaban para unirse
a la Orden de los Franciscanos.
Catalina
Para una chica que tenderá una
mano hacia los miembros olvidados y abandonados de la sociedad.
Catalina de Siena (1347–1380)
tocó las vidas de muchos durante su corta vida: desde muy joven ofrecía comida,
bebida y ropa de su propio hogar a aquellos que más lo necesitaban. También
demostró un gran amor y misericordia por los prisioneros, a quienes acompañaba
camino del patíbulo, y también asistió a los golpeados por la peste.
Teresa
Para una creadora de comunidad.
Santa Teresa de Ávila
(1515–1582) fue una monja carmelita cuyo concepto fundamental de vida religiosa
era formar comunidades dedicadas a la compasión y la misericordia. Vivió en una
época de gran agitación e incertidumbre en la Iglesia y dedicó su vida a
reformar, tanto la orden de carmelitas como a sí misma.
Leo
Para un chico que sepa
escuchar.
Leopoldo Mandic (1866–1942) es
un santo franciscano capuchino cuyas reliquias estarán expuestas en la Basílica
de San Pedro durante este año de Misericordia.
Leopoldo ambicionaba ser un
gran misionero, pero en su lugar se le pidió que asumiera el trabajo de
confesor.
Se convirtió en un magnífico
guía espiritual y durante 40 años se pasó doce horas al día en el
confesionario, dejando a un lado sus propias aspiraciones para mostrar
misericordia y compasión con aquellos más cerca de su hogar.
Isabel
Para una chica que crecerá para
cuidar de los necesitados.
Santa Isabel de Hungría
(1207–1231) era esposa de un noble en lo que hoy día es Alemania. Después de la
muerte de su marido, construyó un hospital donde ayudó personalmente en la
atención sanitaria de los enfermos. Se convirtió en franciscana de tercer orden
e hizo de la oración, la penitencia y el cuidado de los necesitados sus
prioridades principales.
María Goretti
Para una niña con una enorme
capacidad para el perdón.
María Goretti (1890–1902) es
una de las santas canonizadas más jóvenes. Con 12 años, fue atacada por un
hombre que intentó violarla y falleció al día siguiente, pero no sin antes
anunciar, en un último acto de misericordia, que perdonaba a su atacante.
El hombre fue declarado
culpable y tras cumplir su tiempo en prisión fue a ver a la madre de María para
pedir su perdón. Vivió con monjes franciscanos como seglar durante el resto de
su vida.
Aunque la historia de María es
trágica, pone de manifiesto el poder del perdón y se eleva por encima de la
injusticia.
Juan
Para un chico que esperáis sea
un valiente líder espiritual.
Juan Vianney (1786–1859) vivió
en Francia en un periodo en el que era ilegal que los católicos fueran a misa.
Su familia, como otros, viajaba
a menudo largas distancias para poder escuchar a sacerdotes predicando en misas
clandestinas. Debido a la valentía de estos líderes espirituales, Juan sintió
una fuerte vocación hacia lo que él percibió como el heroísmo del sacerdocio.
Max
Para un chico valiente que
defiende a los demás antes que a sí mismo.
Maximiliano Kolbe (1894–1941)
era un fraile franciscano polaco con una historia conmovedora que demuestra su
fuerza de carácter. Fue capturado por las autoridades alemanas nazis en febrero
de 1941 y hecho prisionero de Auschwitz.
Tras la desaparición de tres
prisioneros del campo, uno de los comandantes del campo ordenó que diez
prisioneros ayunaran hasta morir, como represalia. Kolbe se intercambió por uno
de los que ya habían sido seleccionados para formar parte de esos diez.
Pedro
Para un chico que socorrerá a
las víctimas del pecado.
Pedro Claver (1580–1654) nació
en España y entró muy joven en la orden de los jesuitas. Viajó a Colombia,
donde todos los meses llegaban miles de esclavos africanos, y allí pasó los
siguientes 33 años predicando sin descanso entre estas gentes, cuidando a
los enfermos, bautizando y asegurándose de que conocían el amor de Dios.
Vicente
Para un chico que alimentará a
los hambrientos.
Vicente de Paúl (1581–1660) fue
un sacerdote francés que pasó gran parte de su tiempo ayudando a los enfermos,
los pobres y los vulnerables. Entendía las limitaciones del esfuerzo
individual, así que se dirigió a los más pudientes para pedirles sustento en su
labor. Él y sus ayudantes llegaban a dar sopa y pan hasta 16.000 personas
pobres cada día. Muchas parroquias de hoy en día continúan la labor de Vicente
a través de las sociedades de San Vicente de Paúl.
Faustina
Para una pequeña que propagará
la misericordia de Dios.
Faustina Kowalska (1905–1938)
era una de los diez hijos nacidos en una familia polaca pobre. Una serie de
visiones le dijeron que anunciara el mensaje de la misericordia de Dios a todo
el mundo, incluso aquellos que habían renunciado a Su camino y palabra.
Martín
Para un chico que forjará su
propio camino.
Martín de Tours (316–397) nació
de padres paganos en lo que es la Hungría de hoy en día. A la temprana edad de
12 años, empezó a plantearse si debería continuar su estilo de vida pagano o
convertirse para seguir a los cristianos.
Durante el resto de su larga vida
siguió un camino que no era precisamente lo que su familia y conocidos
esperaban de él. Predicó el amor de Dios hacia todos, ya fueran paganos o
cristianos, y mostró su amabilidad y cariño a todos los que conoció.
Margarita
Para una chica espiritual con
un corazón romántico.
Margarita de Escocia
(1045–1093) viajaba en barco hacia Hungría cuando una tormenta cerca de la
costa de Escocia hizo naufragar el navío. El rey escocés, Malcolm III, invitó a
Margarita y su familia a permanecer en su castillo hasta que el barco fuera
reparado… y Margarita y Malcolm se enamoraron y acabaron casándose.
Margarita influyó en su marido
para que siguiera al Señor y juntos abrieron muchos monasterios, iglesias y
escuelas en Escocia. Margarita ayudó a los necesitados con comida y ropa, e
incluso dio cobijo a mendigos en su castillo.
Francisco
Para un chico que mantendrá a
raya el mundo de lo material.
Francisco Javier (1506–1552)
viajó a la India en 1541 para predicar entre los pobres sobre la vida de Jesús.
Aunque no sólo predicaba, sino que vivía conforme a sus enseñanzas.
Vivió como vivían los pobres,
comía lo mismo que ellos y compartía su vida y su trabajo con los menos
afortunados del mundo.
Esteban
Para un chico que crecerá al
cuidado de los necesitados.
Esteban el Mártir (murió en el
34 d.C.) es venerado como el primer mártir cristiano. Se convirtió del judaísmo
después de escuchar la predicación de los apóstoles de Jesús y ayudó a
distribuir comida y ropa entre los más pobres de Jerusalén.
Sin embargo, algunos judíos
consideraron que había renunciado a Dios al seguir la palabra de Jesús, así que
lo sacaron a la fuerza de Jerusalén y lo lapidaron. Él perdonó a sus verdugos
mientras agonizaba y pidió al Señor que no le recriminara sus pecados.
Por MaryAnn Davidson
Fuente:
Aleteia