Si, si, una cosa del siglo
pasado, pero ¿pasarías la prueba?
Cuando se habla de
noviazgo, ¡en seguida se piensa en un montón de cosas del tipo ‘se puede’
o ‘no se puede’! ¡Además, nos quieren meter en la cabeza que el noviazgo tiene
que ser un “test drive” del otro para ver cuánto, de hecho, conseguiremos
llevarla al máximo del placer!
Voy directo
al asunto y hablaré para los hombres de temple, que quieren
amar a sus novias, y no usarlas. Ya para comenzar, te digo: “
Es posible amar a tu novia sin tener que hacer sexo con
ella”. Sí, es posible hacerla sentir profundamente deseada,
amada y feliz sin tener que, con ello, apelar a una relación
sexual antes de casarte.
Amar es esperar
y entregarte al otro, y no querer al otro para ti. Sin más dilaciones, vamos
a las 10 formas de amarla sin buscar relaciones sexuales com ella antes de
casarte:
Amar
con la mirada: Ejercita la capacidad de verla como
alguien importante, como una hija de Dios, como alguien que, de
hecho, posee virtudes inimaginables. Ejercita la capacidad de demostrar
con la mirada lo importante que ella es para ti, y cómo tu vida tiene sentido
mirándola. Plantéate, ¿cuánto hace que no pasas más de 5 minutos mirándola a
los ojos?
Amar
con el oído: A las mujeres les gusta hablar. Y
los hombres tienen que ejercitar la capacidad de escuchar incluso aquello
que ellas no dicen de forma verbal. Las mujeres, en su mayoría,
quieren que las “adivines” y que pases tiempo escuchando lo
que ella no dice. Cuando consigas eso, habrás descubierto el hilo de
oro de vuestra relación.
Amar
con los sentidos: Antes de sentir el cuerpo
desnudo de tu novia (hay un tiempo reservado para eso, que se llama
matrimonio), ¿que tal sentir su corazón? La mayor y más profunda
penetración que puedes tener con ella no será la de la relación
sexual, ¡sino cuando penetres en su corazón y sientas como ella
siente!
Amar
con el tacto: Nuestra gran “neura”,
como hombres (por desgracia, la sociedad nos forma así), es tocar el
cuerpo de ella, hasta alcanzar sus partes más erógenas y, así, prepararla para
una relación sexual. Pero eso, en el noviazgo, es uso y no amor.
¿Quieres amar a tu novia de verdad? Gasta tiempo tocando su historia,
lo que ella vivió y vive.
Amar
con el abrazo: ¡Qué eficaz es un abrazo en el arte
de amar! Una mujer envuelta por un abrazo que abrace no solamente su
cuerpo, sino que sea capaz de envolverla entera, no sólo se siente protegida,
sino profundamente valorada. ¿Tus brazos tienen la capacidad de
envolver todo el misterio y la belleza de tu novia?
Amar
con el beso: ¡Besar es muy bueno! Un beso
es más que el encuentro de unos labios, es el encuentro de deseos
y anhelos. Ejercita en los besos que le das a tu novia la
capacidad de despertar en la alegría de estar juntos. Una mujer encontrada en
un beso se siente única e irrepetible.
Amar
con el olor: ¡No creas que hablo de
perfume francés! Claro que eso es bueno también. Pero no es solo eso,
hablo de sentir lo que Pablo dijo: “Porque para Dios somos el
buen perfume de Cristo (2 Cor 2,15)”. Sentir en ella el perfume de Jesús,
del amor que Él tiene, de Su presencia en ella, la
hará insustituible.
Amar
con el hablar: Desde Eva, la mujer espera que un
hombre le hable. Sé que no somos muy buenos en el hablar,
y sin embargo esa es justamente nuestra mayor arma. Ejercita la
capacidade de demostrar lo que sientes, de decir lo que
piensas realmente. No te canses de decir “te amo”. Como dijo Pier
Giorgio, “el amor nunca dice ‘ya llegué’!”. Habla con ella de tus
sueños, de tus deseos, de la importancia que ella tiene en tu vida.
Si supiéramos la fuerza de nuestra voz…
Amar
con el pensamiento: Creo que una de las mayores
pruebas del amor es intentar pensar sobre lo que el otro piensa. No
digo pensar igual, sino ponerse en su lugar. Y cuando se trata de tu
novia, pensar sobre lo que ella piensa es tener la capacidad de llegar
a sus motivaciones más profundas. Después de pensar sobre los pensamientos
de ella, tus acciones serán mucho más asertivas.
Amar
con los sueños: Cuando se pierde tiempo
soñando, se proyecta el futuro. Cuando tienes la posibilidad de
soñar junto con tu novia, el futuro se presenta lleno de
posibilidades. ¡No tener sexo en el noviazgo hace soñar mucho más aún con
la noche de bodas! Ama sus sueños – y te digo que no son pocos.
Y cuando ella sienta que sueñas junto a ella, te lo garantizo:
¡estáis mirando un cielo a dos!
¿Te parece poco? Si
pones esto como meta del amor en tu noviazgo, de hecho, serás muy feliz, ¡pues
la estarás haciendo feliz! Y después de casados, cada relación sexual
será la superación de todas esas formas de amar, tocaréis la
plenitud del amor.
¿Qué?
Entonces, ¿amas a tu novia?
Muchas parejas de
novios, cuando deciden vivir la castidad, se dejan. ¿Entonces la castidad es
mala? No, es que ésta reveló que en esa relación no había personas, sino solo “sexo”.
Fuente: (via Canção Nova/Adriano Gonçalves, traducido y adaptado al español
por Aleteia)
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