Clases ágiles
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Imagina que llevas las manos llenas de cosas. En la
sala te encuentras una mesa completamente vacía. ¿Qué harías?
¡Sí, nosotras igual! Soltamos los libros ahí. Y el
"luego lo coloco" se queda en un propósito que no llega a
materializarse... Así, cuando llegamos para la clase, tenemos que emplear un
buen rato en ordenar.
Ayer, por fin, la mesa estaba totalmente despejada.
Nada más acabar la clase, no pude resistirme:
-Por favor, si cogéis vuestras cosas...
Todas me miraron extrañadas, pero lo hicieron. Aprovechando
que la mesa es plegable, cerré las patas y la doblé.
-¿Qué haces?
-"Evita la situación y evitarás el peligro":
si no hay mesa, no pondremos cosas en ella... ¡¡y mañana daremos clase sin
tener que entretenernos!!
Mi respuesta causó ciertas risas... pero, estuvieron
de acuerdo con esta solución para aprovechar al máximo el rato de estudio.
Es cierto que muchas veces las cosas no son como nos
gustaría: querríamos dedicarle más tiempo al Señor, o a estar con los niños
o... pero parece que los horarios no lo permiten. Casi nos hemos acostumbrado a
hacer varias cosas al mismo tiempo, a estar en dos sitios a la vez... Muchas
veces queremos llegar a todo... y se nos acaban las fuerzas por el camino.
En la oración, hoy el Señor me recordaba la
importancia de saber poner prioridades. Nuestro tiempo es limitado, las tareas
se agolpan: ¿en qué emplearás los minutos que hoy te regala?
Hoy el reto del amor es dedicarse a una sola cosa cada
vez. Te invito a que vivas en el presente, que te entregues por completo a lo
que hagas en cada instante. Seguro que, en el momento de sentarte a orar, de
estar con tus hijos, o con esa persona a la que tanto quieres, entra un
whatsapp, o un mensaje que te hace dividir tu tiempo. ¡Hoy cierra la mesa! Y,
durante un rato, apaga el móvil para estar con los tuyos. ¡Serán minutos de
oro! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma