Entre
las ilustraciones que se pueden apreciar, está la parábola de las vírgenes y
las lámparas de aceite, la última cena, la soledad de Judas luego de entregar
al Señor, y el episodio de Jesús expulsando a los mercaderes del templo
Contiene los evangelios de Mateo y Marcos
y los estudiosos lo llaman “Codex Purpureus Rossanensis”, un códice del siglo
VI que a decir de los expertos sería el libro ilustrado más antiguo del mundo,
con 15 imágenes en miniatura que acompañan la narración de algunos episodios de
la vida del
Señor Jesús.
Este códice es conocido como el Evangelio
de Rossano, debido a que en el siglo VII llegó a la hoy Arquidiócesis de
Rossano-Cariati (Italia), de la mano de unos monjes greco-melquitas que huían
del avance musulmán en Oriente Medio.
Si bien en el 2015 la UNESCO lo reconoció
como patrimonio mundial de la humanidad, el códice ha vuelto a ser noticia en
estos días debido a que ha regresado al museo arquidiocesano –donde es expuesto
desde el 2 de julio– luego de haber sido restaurado y estudiado por casi cuatro
años en el Instituto Central para la Restauración y Conservación de Archivos y
Patrimonio, en Roma.
Entre las ilustraciones que se pueden
apreciar, está la parábola de las vírgenes y las lámparas de aceite, la última
cena, la soledad de Judas luego de entregar al Señor, y el episodio de Jesús
expulsando a los mercaderes del templo.
En declaraciones a Radio Vaticano, el
responsable de comunicaciones para la restauración del manuscrito, Rosi
Fontana, explicó que este códice contiene todo el Evangelio de Mateo y parte
del Evangelio de Marcos, “mientras que están completamente perdidos los
evangelios de Lucas y Juan”.
Además, tiene “13 miniaturas sobre la
vida de Cristo, una miniatura de los cuatro evangelistas, y una parte de la
carta de Eusebio a Carpiano, encerrado en una decoración de oro”.
Fontana indicó que las investigaciones
han mostrado que “casi todas las miniaturas han sufrido daños irreversibles,
luego que entre 1917 y 1920 el códice fuera objeto de una restauración
realizada por Nestore Leoni, un miniaturista muy requerido en esos años”, y que
aplicó gelatina caliente sobre 14 de las 15 miniaturas.
Estas páginas, indicó, “han perdido la
brillantez de los pigmentos y los pergaminos han sido muy, muy adelgazados”.
“Por el contrario, el dato muy interesante que emerge de la restauración de una
de las miniatura es la de Marco con Sofia”, agregó.
El experto explicó que algunos académicos
pensaban que esta bella ilustración podría “no pertenecer al Evangelario”, pero
se ha confirmado que sí pertenece. Además, fue la única en no ser tocada por
Leoni y por tanto conserva su esplendor y muestra la belleza de todas las
miniaturas.
Sobre cómo llegó este códice a Italia, el
experto explicó que llegó a Rossano “entre los años 636-638, cuando los monjes
greco-melquitas, para huir de la ofensiva expansionista religiosa de los árabes
musulmanes abandonan Siria, Palestina, Egipto y la Cappadocia, y buscaban
refugio en la Italia Bizantina”.
“¿Qué ocurre con el códice? Este es un
dato de particular importancia e interés, pues del códice no se sabe nada hasta
los primeros años del siglo XIX. Por tanto hay un misterio de 1.200 años”,
indicó.
Fontana señaló que para su conservación
ha sido colocado en una habitación con temperatura adecuada y monitoreado las
24 horas del día.
Fuente:
ACI Prensa