Francisco agradece la labor realiza en estos años a los participantes de la
Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para los Laicos
Dar gracias al Señor por los abundantes
frutos y por los numerosos desafíos de estos años. Es la invitación que el
Santo Padre ha realizado a los participantes de la Asamblea Plenaria del
Pontificio Consejo para los Laicos sobre el tema: “Un dicasterio para el
laicado: entre historia y futuro…”.
Francisco ha comenzado su discurso asegurando que no serían palabras de ‘adiós’ si no de acción de gracias por todo el trabajo que han hecho. Y es que el proceso de reforma de la Curia Romana, el Santo Padre ya ha aprobado el Estatuto del nuevo dicasterio para los laicos, la familia y la vida, que entrará en vigor el 1 de septiembre de 2016.
Francisco ha comenzado su discurso asegurando que no serían palabras de ‘adiós’ si no de acción de gracias por todo el trabajo que han hecho. Y es que el proceso de reforma de la Curia Romana, el Santo Padre ya ha aprobado el Estatuto del nuevo dicasterio para los laicos, la familia y la vida, que entrará en vigor el 1 de septiembre de 2016.
A la luz de este camino recorrido –ha indicado Francisco en
su discurso– es tiempo de mirar nuevamente con esperanza al futuro. Asimismo ha
observado que “todavía queda mucho por hacer ampliando los horizontes y
recogiendo los nuevos desafíos que la realidad nos presenta”.
Por ello, el papa Francisco ha invitado a los presentes a
acoger esta reforma como signo “de valoración y de estima” por el trabajo que
realizan y de “renovada confianza en la vocación y misión de los laicos en la
Iglesia de hoy”. Al respecto ha explicado que el nuevo dicasterio que nacerá
tendrá como “timón” para seguir en la navegación, por un lado la Christifideles laici y
por otro la Evangelii
gaudium y la Amoris
laetitia, teniendo como campos
privilegiados de trabajo la familia y la defensa de la vida.
Esta Asamblea Plenaria –ha explicado Francisco– se reviste
de un carácter especial, desde el momento que, este Pontificio Consejo asumirá
una nueva fisonomía.
Por eso ha asegurado que se trata de una conclusión de una
etapa importante y de apertura de una nueva para el dicasterio del Curia Romana
que “ha acompañado la vida, la madurez y las transformaciones del laicado
católico desde el Concilio Vaticano II hasta hoy”. De este modo, Francisco ha
observado que es una ocasión propicia para dirigir una mirada a los casi 50
años de actividad del dicasterio, “al mismo tiempo que proyectar una renovada
presencia al servicio del laicado, continuamente en fermento y atravesado de
nuevas problemáticas”.
Dando gracias por estos años, en concreto, el Santo Padre ha
hecho mención al seguimiento de los movimientos, a los nuevos ministerios
laicos, así como el creciente rol de la mujer en la Iglesia o las Jornadas
Mundiales de la Juventud.
Por otro lado, el Pontífice ha subrayado que las actividades
de la Iglesia se dirigen siempre a “rostros, mentes, corazones de personas
concretas”. Y es importante que en esta Plenaria –ha precisado– hayan querido
recordar a todos los que se han desgastado con pasión y compromiso en la
animación, en la promoción y en la coordinación de la vida y del apostolado de
los laicos en los años pasados.
También les ha recordado que el mandato que han recibido por
el Concilio ha sido precisamente el de “empujar” a los fieles laicos a
implicarse cada vez más y mejor en la misión evangelizadora de la Iglesia, no
por “delegación” de la jerarquía, sino en cuanto a su apostolado.
Y les ha propuesto como horizonte de referencia para su
futuro inmediato un binomio que podría formularse así: Iglesia en salida –
laicado en salida. Igualmente les ha pedido que levanten la mirada y miren
“lejos” a los muchos “alejados”, a las familias en dificultad, a los campos de
apostolado sin explorar, a los numerosos laicos de corazón bueno y generoso que
se pondrían al servicio del Evangelio con sus energías, tiempo y capacidad si
fueran implicados, valorados y acompañados con afecto y dedicación por parte de
los pastores e instituciones eclesiales.
Finalmente, el Santo Padre ha subrayado que “necesitamos
laicos bien formados”, “que no tengan miedo a equivocarse, que vayan adelante”.
Necesitamos laicos –ha precisado– con visión de futuro, no cerrados en las
pequeñeces de la vida.
Fuente: Zenit