El
secretario vaticano para las relaciones con los Estados, Paul Gallagher, viaja
al país latinoamericano y queda a disposición para "cualquier coloquio"
El papa Francisco sigue de cerca la
situación de Venezuela y su preocupación no solamente se expresa en palabras,
sino también en hechos concretos.
Tal es así que decidió mandar al
canciller del Vaticano, Paul Gallagher, a Venezuela, para seguir de cerca la
evolución de la situación que vive el país y quedar a disposición para“cualquier
coloquio”.
Este viaje fue confirmado en las últimas
horas por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, en el marco de una
visita oficial a Lituania.
“Fue una carta en la que se pide el diálogo para facilitar el
encuentro entre Gobierno y oposición. Dar respuesta a los
problemas graves y reales, y creo que la única manera es que lo hagan juntos,
con diálogo”, aseguró Parolin antes de participar en la presentación de Donne, Chiesa, Mondo“, la
nueva edición de la publicación que la Santa Sede dedica a las mujeres.
El propio portavoz vaticano Federico
Lombardi confirmó el envío de esta carta de “carácter personal” el pasado fin
de semana. Sin ahondar en detalles, Lombardi aseguró en esa ocasión que el Papa sigue “con mucha atención” y
“participación” las circunstancias de Venezuela.
Recordó también el pronunciamiento del Papa durante la
bendición Urbi et orbi del Domingo
de Pascua, el 27 de marzo pasado.
En aquella oportunidad pidió que el
mensaje pascual “se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano en las difíciles
condiciones en las que se encuentra viviendo y sobre cuantos tienen en mano los
destinos del país”, para que “se pueda trabajar en vista del
bien común, buscando espacios de diálogo y colaboración con todos”.
El llamado fue recogido rápidamente por
la Asamblea Nacional de Venezuela y tuvo inmediatas repercusiones políticas.
Días después llegaría un durísimo
comunicado de los obispos venezolanos sobre la situación de Venezuela en el que exhortaron al Gobierno a que se
permita llevar al país “alimentos, medicinas y otros insumos necesarios,
provenientes de ayudas nacionales e internacionales”.
“Nunca debemos ser ciudadanos pasivos y
conformistas, sino sujetos conscientes de nuestra propia y calamitosa
realidad”, manifestaron.
Hasta la propia Comisión Pontificia para América Latina hizo referencia a este
pronunciamiento de los obispos y ratificó la preocupación por Venezuela.
“Se trata, sin ninguna duda, de la peor
crisis nacional de Venezuela en la era republicana. A una inflación de más del 700% y al
progresivo desabastecimiento de insumos básicos se ha sumado ahora la peor
crisis energética de su historia, que ha llevado a cerrar
numerosas instituciones públicas, entre ellas muchos centros educativos, y a
reducir al mínimo las horas laborables para los empleados públicos”, expresa.
“Paradójicamente el gobierno venezolano
acaba de anunciar otro aumento salarial, pero aún con ello, el sueldo mínimo no alcanza para cubrir la tercera parte de la
canasta familiar”.
“En el campo político son muy altos los
niveles depolarización
entre el Gobierno y la mayoría opositora del parlamento,
situación que se ha agudizado aún más con la convocatoria nacional a un
referendo revocatorio, que sólo en dos días logró recolectar más de dos
millones y medio de firmas”.
“Y a todo ello se suma un ambiente de convulsión socialmuy
delicado, alimentado por esa polarización, que seguramente es motivo de
profunda preocupación para el Papa y para la Santa Sede”, prosigue la comisión
pontificia.
A todo esto se suman las intenciones del
propio nuncio apostólico en Caracas, Aldo
Giordano, quien se reunió con el vicepresidente venezolano,
Aristóbulo Istúriz, para señalarle que está “listo para colaborar con la paz” y “contribuir al bien del pueblo de
Venezuela”.
No solo
Venezuela
En los últimos días el Papa demostró
seguir muy de cerca la situación de los países de América Latina. Además de
Venezuela también está preocupado
por la crisis política que vive Brasil y
en ese sentido lo hizo saber a través del arzobispo de Río de Janeiro, Orani
João Tempesta.
“He
hablado con el Santo Padre y le he pedido que rece por nuestro país,
Brasil, en este momento delicado. Me ha dicho que está preocupado y que reza
por nuestro país”,
expresó Tempesta, que pudo intercambiar palabras con el Papa tras una
audiencia general.
Fuente: Pablo Cesio/Aleteia
