¿Iglesia enemiga de la ciencia?
Cuando se habla de la Iglesia y la Ciencia ¿cuál es la
opinión más generalizada? Que la Iglesia es enemiga de la
Ciencia.
Sin embargo, últimamente esto
ha estado cambiando, porque hay Historiadores de la Ciencia que no piensan
así. Sorprende ¿no? Pero más sorprendente es esto: algunos de
esos historiadores llegan a decir que ciertas
ideas del Cristianismo y de la Iglesia fueron indispensables para el desarrollo
de la Ciencia.
¿Cómo? … Pensemos esto: ¿sería mera casualidad que la
Ciencia moderna se desarrollara dentro del medio católico?
Al observar a Dios y a su Creación, la tradición cristiana descubre a Dios y
como un ser racional y metódico. Pero esta visión que hoy nos parece tan
evidente y obvia no lo fue siempre.
En culturas no cristianas se
percibía el universo como un gigantesco organismo dominado por un panteón de
deidades y destinado a cumplir un ciclo infinito de nacimiento, muerte y
renacimiento (el Samsara del Hinduísmo y el Budismo Oriental).
En el Islam, pensar que Alá pudiera verse
restringido por leyes físicas es inconcebible, porque Alá es tan absoluto que
no se somete a leyes. Por eso el progreso de la Ciencia no fue posible
dentro de ese contexto. Es cierto que en otras culturas se realizaron importantes
hazañas tecnológicas, pero no pueden considerarse Ciencia, y
deberían describirse más
bien como tradiciones, destrezas, sabiduría, técnicas, habilidades, tecnología,
ingeniería, aprendizaje o simplemente conocimiento.
Aun en Occidente, durante la antigüedad, la gente creía que los astros del cielo debían tener ciertos atributos divinos,
que tal vez tenían almas
y que eran hechos de una materia
imperecedera y que
funcionaban con leyes diferentes a las leyes de nuestra tierra.
Posteriormente, en el Siglo XVII, Newton mostró que las mismas leyes que
regían la tierra regían el resto del universo. Eso fue un
gran avance.
Pero resulta
que antes de que Newton elaborara esta teoría, hubo alguien que la pensó por
primera vez, con mucha anterioridad. Eso sucedió en la Escuela de la
Catedral de Chartres en el siglo XII, precursora de las
universidades que fueron naciendo dentro de la Iglesia. Un
filósofo-científico de esta escuela católica, llamado Thierry de Chartres,
afirmó que lo que hay en el espacio exterior, está hecho de la misma materia que tenemos en la tierra.
Cierto que Thierry no pudo anticipar cinco siglos antes las
leyes de movimiento de Newton. Pero al sostener que la materia de allá y
de aquí es la misma, abrió
el camino a una conclusión importantísima para la ciencia moderna. Por
eso uno de nuestros historiadores actuales, Tomas Goldstein, llega al extremo
de predecir que en el
futuro puede tal vez llegarse a reconocer a Thierry de Chartres como “uno de
los auténticos fundadores de la ciencia occidental”.
¿Cómo, entonces, fue sucediendo el desarrollo de la Ciencia
dentro de la Iglesia en la época medieval?
Hay un versículo del Libro de la Sabiduría que nos dice que
Dios ha ordenado todas las cosas de acuerdo a medida, número y peso. (Sb 11, 21)
Ese versículo fue determinante en la Escuela de
Chartres: el universo
que Dios creó es ordenado, tiene sentido, hay algo matemático en el
universo. Así razonaban estos pensadores ya en el Siglo
12.
Aun más: ya San
Agustín llegó a decir en el siglo V que Dios es como un gran Geómetra. Así
que la Matemática resulta ser como un lenguaje que Dios usa para ordenar y
diseñar el mundo que nos dio.
Y el gran Matemático griego, Pitágoras, había dicho ya en el Siglo
VI a.C. que el compuesto
fundamental del universo eran los números.
Entonces la
tradición cristiana, basada en Sb 11, 21, tomó esta idea de Pitágoras y desarrolló un método.
Así fue desarrollándose el método científico. Y no sólo se desarrolló el
método científico, sino que la
Iglesia construyó
toda una civilización - nuestra Civilización Occidental - alrededor de este pensamiento.
Uno de los ejemplos más notorios del orden matemático en el
universo es la Tabla Periódica. ¡La audacia de su inventor, el ruso
Mendeleyev, que se atrevió a predecir la ubicación y hasta las características
de elementos que aún no se habían descubierto! Y cuando se iban
descubriendo, cabían exactamente en el cuadro que este científico les había
destinado (!!!).
Por habernos dado Dios el universo ordenado matemáticamente
fue que Isaac Newton pudo reducir todos los movimientos en una ecuación
(F=ma). Pero para llegar a esa simplicidad, Newton tuvo aplicar lo que la
Escuela de Chartres había planteado con tanta convicción siglos antes: el
ordenamiento matemático del universo.
El método científico no hubiera podido desarrollarse si el
universo no fuera ordenado. Tampoco se hubiera desarrollado
si no hubiera habido pensadores que, basados en la Biblia y usando el intelecto
que Dios les había dado e iluminados
por el Espíritu Santo, no se hubieran propuesto a desarrollar
la Ciencia, de acuerdo a estos principios.
¿Iglesia enemiga de la Ciencia? Yo te aviso…
Fuente: buenanueva.net