Mi primera comunión
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
¡Hola, Alejandra! ¿Qué? ¿Pensabas que hoy no iba a
estar contigo en este momento tan importante para ti? Pues sí, aquí me tienes,
orando ya desde muy temprano por ti y diciéndote que estaré a tu lado todo el
día, y de una manera especial estaremos unidas cuando recibas a Jesús.
Te preguntarás que quién es Alejandra... Es una niña
muy especial. Ella y su madre, Silvy, me han hecho hacer memoria y dar gracias
por mi Primera Comunión. Al ver cómo está Alejandra, feliz, ilusionada por
recibir a Jesús en su corazón (su rostro habla por sí solo: ojos abiertos,
sonrisas de oreja a oreja...), la felicidad de su pequeño corazón me ha
traspasado en estos días y me ha contagiado. Su madre me compartía que es como
una luz en la casa que les lleva a Jesús, haciéndoles recordar que todos hemos
sido niños y deberíamos aguardar cada día a Jesús con todo ese amor que ellos
tienen en sus corazones.
En la oración le daba muchas gracias al Señor porque
un día mis padres me acercaron al altar para recibir mi Primera Comunión. Como
Alejandra, yo también viví ese día con mucha ilusión, y recordarlo vuelve a
sacarme esa sonrisa de oreja a oreja que sólo Cristo sabe dibujar.
Hoy el reto del amor es ir al álbum de fotos, buscar
tu foto de Primera Comunión y dar gracias por ese momento, en el que, con
corazón de niño, descubriste un Amor inmenso que se entregaba por ti. Ponte en
camino y hoy puede ser un día especial para ti: hoy puedes volver a tu casa,
que es la Iglesia. Ella te está esperando para que vuelvas a recibir tu Primera
Comunión.
Y, en un momento, ora por todos los niños que hoy
recibirán su Primera Comunión, nuestros Pablo, Sebas y, cómo no, todos nuestros
niños de Lerma, en especial Miguel. Hoy la colegiata de Lerma se viste de
fiesta para estos niños, y también nuestros corazones: ¡nos unimos a todos los
niños y oramos por vosotros para que siempre viváis de Jesús!
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma