¿Cómo se abre un tulipán?
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Las sacristanas han estado recogiendo flores de la
huerta, y nos han puesto unos preciosos tulipanes en la capilla. Me encantan
estas flores, me resultan como un milagro y me gusta mucho contemplarlas.
Estuve con sor Inés mientras las preparaba, y vi
perfectamente los capullos: estaban cerrados, con el aspecto normal de un
tulipán. Pero, al meterlos en la capilla, la cosa cambió. Como allí hace un
poquito más de calor, comenzaron a abrirse, dejándonos ver un gran espectáculo.
Al anochecer, cuando ya las temperaturas vuelven a
bajar, se cierran un poquito, y así sucesivamente en las distintas horas del
día.
Estas flores me enseñan mucho. Son como nuestro
corazón, sólo se abre cuando hay calor a su alrededor. Necesitan sentir que
pueden confiar antes de empezar a abrirse.
A mí me ocurre de la misma manera. Sólo cuando
experimento en el otro un clima de acogida, de amor... que me genera confianza,
sólo entonces soy capaz de abrir mi corazón totalmente y expresarme desde
dentro.
Esto me hace ver qué importantes son las palabras y
los gestos. Si alguien te retira la palabra, te puede fastidiar la tarde. Pero
también una palabra, como, por ejemplo, un "te quiero", te puede
alegrar el día. Al igual los gestos, la acogida, la escucha... ¡reflejamos
tanto hacia el otro!
Cristo siempre mantiene su capacidad de acogerte,
siempre está dispuesto a escucharte, a mostrarte su Amor, a darte el calor
necesario para que puedas abrir tu corazón y te puedas abandonar confiadamente
en Sus manos. Él es así con nosotros y, por medio de estas vivencias, nosotros
podemos responder a los demás con estos mismos gestos o palabras que antes
hemos experimentado con Él.
Como Él nos demuestra cada día, no se trata de abrir
los tulipanes a la fuerza, pues eso los estropearía. Tan sólo se trata de
rodearlos de Amor.
Hoy el reto del Amor es cuidar tus palabras y tus
gestos hacia los demás. El Señor te regala que todo lo que experimentes de Él
no se quede sólo en ti, sino que ahora tú puedas llevar de ese calor a tu
alrededor, y así se va aclimatando todo. Hoy trasmite palabras de confianza, de
entusiasmo. Antes de ponerte de mal humor vete a rezar, y deja que Cristo te
devuelva la Paz. «Que todo lo que digas sea bueno, constructivo, oportuno...»
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma