Suelen actuar en lugares lejanos a la parroquia de la ciudad como en
pequeñas comunidades donde no hay sacerdotes
En varios
países se ha multiplicado el número de falsos sacerdotes que se valen de la
buena fe de los fieles para “ofrecer sus servicios” a cambio de dinero fácil. Únicamente el
sacramento del Orden Sacerdotal consagra al que lo recibe, configurándolo de
modo particular con Jesucristo y capacitándolo para actuar en la misma persona
de Cristo para el bien de todo el pueblo de Dios.
En la siguiente
nota se detalla cómo identificar a un falso sacerdote y las medidas preventivas
para evitar ser engañados.
1. Los falsos
sacerdotes no tienen ni parroquia ni territorio designado porque no pertenecen
a la Iglesia
Católica, por lo tanto, no se encuentran en los registros de las diócesis.
2. Salen a
“ofrecer sus servicios” (misas, sacramentos) y es común
que regalen tarjetas de presentación para que puedan contactarlos.
3. Suelen
actuar en lugares lejanos a la parroquia de la ciudad como en pequeñas
comunidades donde no hay sacerdotes. Es necesario saber que los sacerdotes
católicos tienen prohibido casar, bautizar y en general, oficiar misas fuera de
la parroquia o en un templo público reconocido.
4. Crean lazos
de amistad con los feligreses e imparten “sacramentos” sin tener en cuenta los
impedimentos.
5. Cobran
dinero al final de la Misa
que celebran “solicitando una contribución económica”.
6. Piden
donativos para alguna casa hogar, orfanato o asilo que no existe. En algunos
casos hasta ofrecen sus servicios a los propios sacerdotes para ayudarlos en la
fiesta parroquial o en Semana Santa.
7. Un gran
porcentaje de ellos son personas que estudiaron en el seminario, pero por
diversas razones fueron expulsados, otros sirvieron en alguna parroquia como
sacristanes o simplemente encontraron una forma de estafar a los fieles y hasta
los mismos presbíteros porque conocen las celebraciones litúrgicas.
Medidas
preventivas
1. Acudir a
nuestra parroquia para que nos orienten sobre los requisitos necesarios para la
celebración de los sacramentos.
2. En caso de
la pérdida de un familiar, acudir a la parroquia más cercana al velatorio o a
nuestra propia parroquia para solicitar los servicios correspondientes.
3. Nunca
aceptar a los sacerdotes que se dan a conocer con tarjetas de presentación o
que ofrecen “servicios a domicilio”.
4. Exigir al
sacerdote la credencial expedida por la diócesis correspondiente.
5. Si no es
posible encontrar un sacerdote, es obligación de los fieles abstenerse
de las
celebraciones de los impostores pues no tienen ninguna validez.
6. Se debe
denunciar al falso sacerdote inmediatamente a las autoridades eclesiásticas.
7. Advertir a
los demás fieles a tener cuidado del impostor.
Fuente: ACI Prensa