SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS: "HISTORIA DE UN ALMA" (Capítulo I ALENÇON 1873 - 1877)

Viaje a Le Mans


Me acuerdo también del viaje que hice a Le Mans . Era la primera vez que iba en tren. ¡Qué alegría verme viajar sola con mamá...! Sin embargo, ya no recuerdo por qué, me eché a llorar, y nuestra pobre mamaíta sólo pudo presentar a nuestra tía de Le Mans a un feo bichito todo enrojecido por las lágrimas que había derramado en el camino... 

No guardo ningún recuerdo de la visita al locutorio, a no ser del momento en que mi tía me pasó un ratoncito blanco y una cestita de cartulina llena de bombones, sobre los que campeaban dos preciosos anillos de azúcar, justamente del tamaño de mi dedo. Inmediatamente exclamé: «¡Qué bien! ¡Ya tengo un anillo para Celina!» Pero, ¡ay dolor!, cojo la cesta por el asa, doy la otra mano a mamá y nos vamos. 


A los pocos pasos, miro la cesta y veo casi todos los bombones desparramados por la calle, como si fueran los guijarros de Pulgarcito... Miro más atentamente y veo que uno de los preciosos anillos había corrido la suerte fatal de los bombones... 

¡Ya no tenía nada que llevar a Celina...! Entonces estalla mi dolor, pido volver sobre mis pasos, pero mamá no parece hacerme caso. ¡Aquello era demasiado! A mis lágrimas siguieron mis gritos... No podía comprender que mamá no compartiese mi dolor, y eso acrecentaba todavía más mi sufrimiento... 

Fuente: Catholic.net