Reconocida
por comisión médica la 69º curación milagrosa en el Santuario de la Virgen de
Lourdes en Francia
Los médicos del santuario de
Lourdes han reconocido un nuevo milagro: la sexagésimo novena curación
certificada por la comisión médico-científica (Bureau Medical) de este
santuario mariano de Francia.
Es el caso de la italiana
Danila Castelli, esposa de un médico ginecólogo, madre de cuatro hijos, quien
sufría de hipertensión arteriosa con graves y frecuentes crisis. La curación de
la mujer ocurrió cuando tenía 43 años, el 04 de mayo de 1989, en las piscinas
del Santuario de Lourdes.
Su cuerpo mutilado y débil sintió un alivio inexplicable luego de visitar en oración la gruta de la aparición de la Virgen María a la pastorcita, la pequeña Bernardette Sobirou, el 11 de febrero de 1858.
“A Lourdes somos llamados, así
como fue llamada Bernardette. Parece que venimos por curiosidad. Pero es Ella
(la Virgen) que nos llama. Fue un viaje infernal estuve muy mal y llegamos a
aquí…y en el cuarto día yo me sané”, constató Castelli.
“No podía más… Mi esposo me
dijo: “arregla las maletas”. Cuando sabes que estás por morir piensas las cosas
más extrañas: ‘A lo mejor era el último viaje de amor’, pensé.
Yo no podía estar de pie. Él me
dijo: “Vamos a Lourdes”. “Mamá y papá partieron”, se les dijo a mis hijos, que
no sabían nada” cuenta Castelli en un video-testimonio conmovedor en italiano.
La curación ha sido reconocida
por el obispo de Pavía, Italia, Giovanni Giudici, y certificada por una
comisión médica de 100 expertos y una comisión científica internacional en
París, Francia.
“La declaración llegó después
de una evaluación teológica-médica para valorar la sanación de la Señora
Castelli. Ella vivió como mujer y madre de familia hasta los 34 años una vida
normal. En 1980 comienza a tener crisis de hipertensión, desvanecimientos,
crisis neuro-comportamentales”, contó el doctor. A. Di Franciscis, presidente
del Bureau des Constatations Médicales de Lourdes.
“En las piscinas yo me sané
[….]. Le quería pedir al Señor que me llevara, que fuera el final. Yo ya no
podía más y los demás tampoco.
El sacerdote me dijo: ‘Si vas a
pedir la muerte, recuerda que te vas con todos tus pecados. Porque yo no te doy
la absolución si pides esto’.
Todos debemos siempre pedir la
vida. Me avergonzaba porque habían personas que estaban peor que yo. Pedía
vida, por lo menos algo más para dedicar a mis hijos […]”, sostuvo Castelli.
Los médicos, en 1982, le
practican la exportación de una parte del útero y del páncreas para excluir
males mayores. En 1983 la diagnosis es severa, el daño físico había invadido varias
partes bajas de su cuerpo.
Después de siete años de
operaciones y tratamientos, a la espera de organizar un nuevo viaje para
visitar otros médicos en EEUU, el esposo decide de llevarla a Lourdes.
El esposo de la señora es un
médico iraní residente en Italia que también fue tocado por el milagro. Ella
desde que era adolecente quería ir al Santuario mariano. Sin embargo, a su
esposo, aunque convertido al catolicismo, le parecía que esta era una idea
absurda.
“El baño fue veloz […]…mi
marido vino llamado por una voz a verme. Ese día, mayo de 1989, ella recibió el
segundo milagro: la fe de su marido, quien le dijo al recibirla en el muro
exterior al borde del río Gave: “Sé que todo ha pasado, tú tenías razón”.
El tercer milagro fue el
perdón. “Tienes razón, yo perdono”. Una familia destruida por la enfermedad,
pero también por el litigio de un proceso judicial contra quien se consideraba
responsable de soluciones médicas inútiles. “El perdón fue parte del milagro”.
Finalmente, luego de una
enfermedad larga y dolorosa, cuando regresa al hotel se da cuenta de que ha
sido sanada y que la medicina que recibía le daba sólo nauseas.
“Pocos meses después regresó a
Lourdes para dar constataciones médicas…”, confirmó el médico Di Franciscis,
presidente del Bureau des Constatations Médicales de Lourdes.
La constatación duró varias
décadas. En 2010 el Bureau, compuesto de más de 100 médicos y profesionales,
por unanimidad decreta la curación definitiva y duradera en el tiempo.
Así se constataba que los males
que por más de 21 años la afligían desaparecieron sin explicación científica.
En 2011 hubo otra comisión internacional que evaluó el diagnóstico a nivel clínico
que confirmó el milagro.
Sucesivamente, el obispo de
Pavía, Giudici, abrió otra comisión diocesana para estudiar la curación. En
definitiva, un milagro inexplicable. “El obispo reconoció la curación
prodigiosa como ‘signo’ de la curación realizada por Jesús en los Evangelios”,
testimonió Di Franciscis.
“Por 13 años amaba a Jesús en
la Cruz, ahora se me pedía amarlo sana […]; era egoísta porque mi vida no era
para mí sino para los demás, para mis hijos y para ayudar a los demás”, aseguró
Castelli.
“Te alzas de la muerte para
comenzar a caminar… me sentí libre de decir sí o no. Cometo aún pecados. El
milagro me ha dejado normalidad. La santidad llegará al final…normalidad como
una criatura con sus miserias y debilidades […] Jesús no traiciona a sus amigos
[…].
Estoy feliz de comunicar esta
alegría, cuando vengo a Lourdes siento la alegría de comunicar a Dios”, añadió.
En Lourdes, al pie de los
Pirineos, “una pequeña muchacha” se apareció a una adolescente llamada
Bernadette Soubirous, de 14 años, en una serie de visiones que duraron cinco
meses, entre febrero y julio de 1858.
Presentándose como la
“Inmaculada Concepción”, la “Señora” invitó a la penitencia y a la conversión
de los pecadores y pidió que fuera construido un santuario”.
Fuente: Aleteia