La lucha por la promoción integral y formación de la Infancia del mundo ha sido el objetivo de la Obra Pontifica de Infancia Misionera desde los inicios
Allí encontró a “su familia” y un futuro: le acogieron a él y a sus
tres hermanos y les ofrecieron un hogar y una formación. “Nuestros Pequeños
Hermanos”, fundada por el Padre Wasson en 1954 ha acogido desde entonces a más
de 17.000 niños en las nueve casas que tienen en Caribe y Centroamérica. “Desde
que llegué, mi vida cambió”, afirmó el joven.
“En estos años me he preparado para la vida. Soy
fruto del trabajo de los misioneros”. Marlon ha explicado cómo en la actualidad
estudia ingeniería informática y, movido por el agradecimiento, dedica gran
parte de su tiempo a ayudar en la Casa. “A mí me han ayudado, así que yo siento
la necesidad de ayudar también”.
En esta Casa trabaja -o como él dice, “sirve”-
Alberto Cisneros, misionero en Nicaragua. Desde que descubrió la fe y su
vocación sacerdotal en una experiencia de #VeranoMision con los combonianos,
siempre sintió el deseo de partir a la misión. Después de varios años de espera,
el obispo de Osma-Soria, monseñor Gerardo Melgar le permitió empezar esta nueva
etapa como responsable de pastoral de la Casa Hogar Nuestros Pequeños Hermanos.
“Yo soy célibe, pero me convierto en padre de 300 niños”, ha explicado el
misionero. “Dios nos los ‘presta’ para sacarlos adelante”. Según ha explicado,
se encarga de acercar a los niños al amor de Dios, pero siempre se le puede ver
en la cocina, o trabajando en el campo. “Un padre de familia tiene que hacer de
todo”. Cisneros ha contado cómo acogen a niños que han sufrido el abandono, el
acoso, incluso la explotación y les ofrecen una casa donde sentirse miembros de
una sola familia. Esta iniciativa, que sobrevive exclusivamente de la
Providencia, tiene cuatro pilares: estudio, trabajo, respeto y amor a Dios.
“Cuando me acuesto doy gracias a Dios por poder ayudar a estos niños, que han
sufrido mucho”.
La lucha por la promoción integral y formación de
la Infancia del mundo ha sido el objetivo de la Obra Pontifica de Infancia
Misionera desde los inicios. Anastasio Gil, director nacional de Obras
Misionales Pontificias (OMP) ha explicado cómo esta iniciativa reunió en todo el
mundo 15.665.532,98 euros, que se destinaron íntegramente a 2.868 proyectos de
educación, salud y evangelización de los más pequeños. Los niños españoles,
según ha expresado, han sido muy generosos con las necesidades de otros niños.
En 2014 enviaron más de dos millones de euros.
Para fomentar este espíritu de
generosidad, Infancia Misionera trabaja a lo largo de todo el año a través de la
revista infantil Gesto y de actividades como Sembradores de Estrellas, o
los Festivales de la Canción Misionera. Este año, como novedad, OMP ha lanzado
la App Infancia Misionera, en la que los niños podrán iniciarse a través del
juego en la misión de la Iglesia. También ha organizado un Concurso de
Cuentos.
Los fotos del acto y del misionero en la misión están disponibles en:http://www.omp.es/OMP/prensa/prensa.htm
Fuente: Prensa OMP