El padre Kinvi no ha hecho lo que ha hecho para obtener un premio, sino para responder a su vocación. Este párroco recibe el premio de Human Rights
Watch
Un
sacerdote católico que arriesga su vida para salvar la de centenares de
musulmanes es una noticia. Sobre todo si sucede en la República Centroafricana,
donde hasta hace unos meses los rebeldes islamistas Seleka, a menudo
apoyados por la población musulmana local, daban la caza a los
cristianos.
Pero después han sido ellos lo que han sido cazados
por las milicias anti-balaka.
El padre Bernard Kinvi, sacerdote de 32
años de Bossemptele, no ha dividido nunca su a población según el
esquema perseguidor/perseguido, pues sabe cuán fácil es pasar de una
categoría a la otra.
Así, cuando un hombre lleno de
amuletos en el cuello se paró ante su misión en enero pidiéndole que le
siguiera si quería salvar la vida de un musulmán, no lo dudó.
El padre
Kinvi sabía que los anti-balaka, milicias en su mayoría animistas, odian a los
musulmanes pero no ahorran sufrimiento tampoco a los cristianos.
«Le
dije que sí y me subí en su moto», declara el sacerdote a The Guardian.
«Recé durante todo el viaje. Nunca he rezado tanto. Cuando llegamos a la
aldea, un niño gritó: “Ya ha muerto”. Había llegado demasiado tarde, no
conseguí salvarlo».
En los meses siguientes la situación no mejoró.
Los anti-balaka empezaron a vengarse de los abusos pasados matando a
decenas de musulmanes.
El padre Kinvi respondió a la violencia abriendo
las puertas de su misión situada en la ciudad, en el noroeste del país, a los
musulmanes.
Los anti-balaka empezaron a amenazarlo todos los
días: no entendían por qué un católico defendía a los musulmanes.
«No ha sido una decisión, simplemente ha sucedido.
Como sacerdote, no puedo apoyar que se mate a un hombre. Todos
somos seres humanos: la religión no cuenta. Si también un anti-balaka viniera
aquí y estuviera herido, yo lo curaría. No me importa quién es, cuál es su
religión y qué ha hecho en su vida. Es un hombre y yo lo
curo».
El padre Kinvi ha protegido a 1.500 musulmanes. A los que
no conseguía defender, los enterraba.
«Cuando caminaba por la calle, los
anti-balaka venían a decirme: nosotros hacemos nuestro trabajo, padre, y tú
haces el tuyo. Nosotros los matamos y tú los entierras».
Mes tras mes, el padre Kinvi consiguió trasladar a todos los musulmanes
que necesitaban dejar el país a Camerún, donde estarían a salvo.
Lo hizo
con la ayuda de los mismos anti-balaka, «contagiados» de algún modo por
su comportamiento.
«He estado semanas curando a los
anti-balaka. Un día tenía que evacuar a unos refugiados: un grupo de
personas me ayudó a subirlos a unos camiones. Muchos tenían talismanes en el
cuello. Eran milicianos, pero ese día me ayudaron».
También los
cristianos de Bossemptele han sido contagiados por el comportamiento del padre
Kinvi.
«Al principio los anti-balaka mataban a todos los musulmanes, uno
a uno. Pero después la gente empezó a protegerlos y también ellos
dejaron de matarlos. Me han traído muchos musulmanes para que los
defendiera y muchos cristianos los han escondido en sus casas»,
arriesgando sus vidas.
Los esfuerzos del sacerdote camiliano han sido
reconocidos este año por Human Rights Watch, que le ha otorgado el premio Alison
Des Forges.
El reconocimiento es entregado a «hombres de valor
que ponen en riesgo sus vidas para librar al mundo de abusos,
discriminación y opresión».
El padre Kinvi no ha hecho lo que ha hecho para
obtener un premio, sino para responder a su vocación.
De hecho, él
cuenta que no durmió durante meses, por terror a que los anti-balaka
entraran en su misión. Una experiencia que le ha hecho entender qué
significa ser sacerdote.
«Cuando me ordené sacerdote, prometí
servir a los enfermos a costa de poner mi vida en peligro. Lo dije,
pero no sabía realmente qué significaba. Sin embargo, cuando ha llegado la
guerra he entendido bien qué significa arriesgar la vida. Ser un sacerdote no es
sólo bendecir. Es mucho más: significa estar al lado de quienes han perdido
todo».
(Traducción de Tempi.it de Helena Faccia Serrano, Alcalá de
Henares)